8 DE MAYO

=Día a día lo que ocurrió en Malvinas y en el mundo durante el conflicto armado =Novedades operacionales =Operación Algeciras =Cobertura militar =Fracaso =Evaluación =Comunicados del Estado Mayor Conjunto =Comunicados de Gran Bretaña

– Washington, Londres y Buenos Aires: En tanto en Buenos Aires como en Washington y Londres se especulaba con que tropas británicas  

posiblemente intenten una Invasión a las Islas Malvinas en los próximos días, el Estado Mayor Conjunto de la Argentina informó anoche que las Fuerzas Armadas se encuentran capacitadas para repeler una agresión inglesa “en la medida necesaria”.

– Londres: El diario “Times” informó ayer que los preparativos para un desembarco en las Malvinas “han continuado ininterrumpidamente; en tanto la actividad diplomática continuaba, y los ministros fueron avisados el jueves que el comandante de la fuerza naval de tareas espera estar listo para enviar hombres de la Infantería de Marina Real a tierra, por la fuerza de las armas, el lunes”.

En Estados Unidos se cree que, si la Argentina se niega a retirar pronto sus tropas de las islas Malvinas, los británicos intentarán invadirlas para recuperarlas.

Un alto funcionario del Departamento de Estado, que bajo las reglas del juego no se lo puede identificar, dijo que “si la Argentina continúa insistiendo en que se le otorgue reaseguros previos sobre su soberanía en las islas o un cese del fuego sin el retiro de sus tropas, no progresará la situación”.

– Naciones Unidas: “Se han logrado progresos en algunas cuestiones”, hizo saber el secretario de las Naciones Unidas, luego de las dos entrevistas que, por separado, mantuvo con los delegados de los gobiernos argentino y británico en procura de dar término a la lucha armada en torno de las Malvinas. Agregó que “no tengo razones para sentirme pesimista”.

– Naciones Unidas: Luego de entrevistarse con Pérez de Cuellar, el subsecretario de Relaciones Exteriores de Argentina, Enrique Ros, dijo: “Para los progresos hacen falta dos partes: he leído unas respuestas positivas que la Argentina ha traído para algunas de sus ideas y las estamos analizando por etapas, pero naturalmente hace falta conocer si Gran Bretaña tiene verdaderamente intención de negociar en serio en el ámbito de las Naciones Unidas”.

– Naciones Unidas: La misión argentina ante este organismo distribuyó en Nueva York un documento elevado por la misión de nuestro país ante la ONU donde se expresa la firme voluntad negociadora de la Argentina. 

– Naciones Unidas: El embajador británico ante las Naciones Unidas, Anthony Parsons, afirmó que “su país no aceptará un cese incondicional de las hostilidades sin que las fuerzas argentinas que ocupan las Malvinas se hayan retirado”.

– Buenos Aires: El presidente de la Nación, teniente general Leopoldo Galtieri, se comprometió a “sembrar la democracia en la Argentina” una vez alcanzada una solución satisfactoria al conflicto por las islas Malvinas, y acogió favorablemente una iniciativa de modificar la sede de la Organización de Estados Americanos, actualmente emplazada en Washington.

– Buenos Aires: La Cancillería argentina dio a conocer una información de prensa sobre la nota que el representante permanente de nuestro país, Eduardo Roca, hizo llegar al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En ella se transcribió la comunicación británica sobre la extensión de la zona de bloqueo a las 12 millas del territorio continental.

También se hacen consideraciones acerca del nuevo peligro que corren la paz y la seguridad internacionales ante de aquel gobierno “este nuevo acto que ratifica una vez más el carácter de agresor de agresor de Gran Bretaña”.

– Buenos Aires: Se dispusieron medidas consulares de restricción al ingreso de ciudadanos británicos, y trascendió que se estudia la eventual incautación de empresas de esa nacionalidad, así como la anulación de contratos pendientes, dentro de un contexto, de control lógicamente Impuesto por las circunstancias.

– Londres: El portavoz del Ministerio de Defensa británico informó que 20 aviones de combate de decolaje vertical llegaron a la isla Ascensión  

para reforzar la fuerza británica en su expandido bloqueo aeronaval contra la Argentina.

– Villers Le Temple, Bélgica: El mantenimiento del embargo económico contra la Argentina decidido por la Comunidad Económica Europea dependerá de que Gran Bretaña modere el uso de su fuerza militar, dijo el canciller holandés tras una reunión informal de la CEE. “No hemos dado un cheque en blanco al Reino Unido”, afirmó el funcionario. A la reunión asistió el canciller inglés Francis Pym quien, según un diplomático, urgió a sus socios del Mercado Común a extender el embargo para favorecer la posición negociadora británica.

– Río de Janeiro: Un experto en economía brasileño comentó hoy en un programa radial que la Argentina está observando un comportamiento de caballeros en torno al pago de la deuda que mantiene con los países europeos y la banca de Estados Unidos.

Fausto Rocha, comentarista de “Radio Récord” de San Pablo, señaló que “si Argentina abandona esa actitud y corta, aunque más no sea el pago de los intereses de esa deuda, resultará que la guerra en las Malvinas será bancada por los países europeos y Estados Unidos que la sometieron a un boicot económico”.

– París: Como un “comienzo de guerra total”, calificó hoy el influyente vespertino parisiense “Le Monde” el bloqueo establecido por la flota británica.  

“Sin lugar a dudas, ese bloqueo no alterará el tráfico civil, y era lo menos que podía esperarse porque es dable preguntarse cómo, por ejemplo, la URSS podría reaccionar si alguno de sus navíos que transportan toneladas de cereales, vitales para su alimentación, viera prohibida su salida de los puertos argentinos”, afirma. Sin embargo, a juicio de “Le Monde”, “ese tráfico, así como todos los otros movimientos de navíos en el Atlántico sur, deberán desde ahora atravesar una zona de guerra, con todos los riesgos que ello implica”. El diario parisiense se preguntó si la primera ministra británica “reflexionó en todas las consecuencias de esta nueva escalada”.

“En todo caso -añadió el diario- enfrenta un doble riesgo: en primer término, en el interior, y a pesar de los triunfos logrados por los conservadores en las elecciones parciales, nadie puede prever cuál será el comportamiento de la opinión pública ante serias dificultades militares”. “Allí reside todo el problema -recalcó sobre ese particular ‘Le Monde’ – cuando debe conducir una guerra un régimen democrático, cuando los veinte muertos del Sheffield pesan más en el plano político que los trescientos del General Belgrano (el acorazado argentino hundido)”.

– París: Un 61% de franceses encuestados respondió que Francia debe rechazar el apoyo a Gran Bretaña por las Malvinas, “en caso de que ese conflicto provoque un riesgo de generalización”. En el mismo sondeo el 26% dijo lo contrario. La encuesta pública, a petición de un diario dominical, sondeó la opinión de mil franceses, durante los días 5, 6 y 7 de mayo, seleccionados proporcionalmente por sexo, edad, categorías profesionales, región geográfica y hasta por tendencias políticas.

– Brasilia y Lima: Miembros de la cúpula militar de las fuerzas armadas de Brasil y Perú se pronunciaron contra las denominadas “alianzas tradicionales” y propugnaron una revisión del espíritu del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. El ministro de Aeronáutica brasileño dijo que el concepto de “aliados tradicionales es una mera figura retórica”. mientras que el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. peruanas propugnó una revisión del TIAR.

– Ciudad del Vaticano: El Papa hizo ante 12 mil jóvenes un nuevo llamado a la paz, en aparente alusión al conflicto de las Malvinas y a la guerra entre Irak e Irán. Juan Pablo II pidió “en nombre de Dios, detengan las armas avanzadas, mensajeras de la muerte y destrucción”.

“Las 24 horas de Malvinas”: las increíbles anécdotas del programa que condujeron Pinky y Cacho Fontana. El 8 de mayo de 1982, en plena guerra, se organizó una maratón televisiva con el fin de recaudar fondos para el Fondo Patriótico. Todas las figuras -desde Susana hasta Maradona- participaron e hicieron grandes donaciones. 8 de mayo de 1982. 18 horas. Pinky y Cacho Fontana abren el programa desde la calle.

Novedades operacionales:

– El buque mercante de ELMA “Río Carcaraña”, el último buque que llegaría a las Islas Malvinas comenzó con su operación de descarga en Puerto Argentino con demoras, por los variados desplazamientos que tenía que hacer a causa de las alarmas aéreas.

– El submarino argentino ARA San Luis, bajo el comando del Capitán de Fragata Fernando Azcueta, ejecutó un nuevo ataque sobre un blanco apreciado como un submarino, con fuerte explosión en el azimut del lanzamiento sin poder dilucidar los efectos.

– De 20,00 hs a 22,00 hs se recibió bombardeo naval en forma constante en las posiciones de Puerto Argentino por parte de fragatas inglesas.

Operación Algeciras

La Operación Algeciras u Operación Gibraltar fue un frustrado plan militar argentino, de tipo comando, que se intentó llevar a cabo de manera encubierta y extraoficial durante la Guerra de las Malvinas en 1982, en territorio español. Su —inconcluso— objetivo táctico era sabotear a la Marina Real británica, tratando de hundir con minas submarinas un navío de guerra cualquiera en la base británica de Gibraltar e impedir su marcha hacia las islas Malvinas, escenario del conflicto bélico. El plan se llevaría a cabo mediante la actuación de buzos tácticos y la utilización de minas submarinas de origen italiano.

‘HMS Hecla’ en la Base Naval de Gibraltar, durante la conversión a un buque hospital para el servicio durante la Guerra de las Malvinas (1982). En esa guerra Gibraltar fue objeto de un intento de sabotaje argentino.

Cobertura militar

La operación fue aprobada por el almirante Jorge Isaac Anaya, quien la mantuvo en secreto a la mayor parte de sus camaradas. Los militares lograron convencer a dos antiguos miembros de la guerrilla peronista Montoneros que tenían experiencia subacuática, a pesar de la represión sobre la guerrilla. Uno de los comandos era Máximo Alfredo Nicoletti, buzo táctico y exguerrillero que actuaba para el servicio de inteligencia de la Armada. Los planificadores negarían cualquier implicación de funcionarios de la Argentina.

Desde territorio español, una fuerza de tres hombres (dos montoneros y un oficial de enlace argentino) supervisaban el tráfico naval británico alrededor de Gibraltar, preparándose para atacar un blanco en la oportunidad en que se lo ordenasen, usando hombres rana y minas italianas. Esperaban la llegada del HMS Ariadne como primer blanco.

“Operación Algeciras”, cuando la Guerra de las Malvinas pudo llegar a Gibraltar

Fracaso

Sin embargo, el plan falló luego de que la inteligencia británica interceptara y descifrara comunicaciones entre Buenos Aires y la embajada argentina en Madrid e informara al gobierno español, que arrestó al equipo. El arresto fue realizado por el Ministerio del Interior sin involucrar al Centro Superior de Información de la Defensa, (CESID), la agencia de inteligencia española.

Lo que imposibilitó esta operación fue un incidente casi fortuito. El 31 de mayo de 1982, dos policías españoles detuvieron en Málaga un automóvil alquilado en el viajaban dos argentinos que habían levantado sospechas debido a los gastos que realizaban. Se alojaron en un hotel como turistas y se pensó que podían ser narcotraficantes.

Cuando la policía española detuvo a los argentinos, estos trataron de continuar la operación a cualquier precio. Fue por eso que el capitán de la operación pidió hablar a solas con el comisario, con quien tuvo la siguiente conversación:

Soy el capitán Fernández, de la Armada Argentina, y estoy en una misión secreta. Desde este momento me considero prisionero de guerra y no diré una palabra más.
«Si tú eres marino argentino, yo soy sobrino del Papa», le contestó, risueño, el comisario y ordenó a la policía que detuviera a los otros dos argentinos que esperaban en el hotel en el pueblo de San Roque.

Cuando los miembros de la operación fueron capturados, se dieron cuenta de que el trámite de detención se iba a demorar mucho, por lo que les pidieron a los policías almorzar con ellos. Según relataron los mismos miembros de la operación «Fue un almuerzo muy divertido, los policías españoles lamentaban que este hecho hubiera llegado a sus superiores, y de no haber sido así, los hubiesen dejado libres» recordaron los miembros de la operación.

«Los españoles nos trataron muy bien», afirmaron los miembros del comando en una entrevista. Vino uno y les dijo: «Hombre, si yo hubiera sabido que ibais a hundir un barco inglés os dejaba. Después de todo, el Peñón de Gibraltar también es territorio usurpado por Inglaterra». Después del almuerzo, el capitán y los exguerrilleros fueron transportados a Málaga.

Leopoldo Calvo-Sotelo, el presidente del gobierno español, que se encontraba en la zona en plena gira de campaña electoral, ordenó tapar el incidente y reservó ocho asientos en el vuelo chárter que utilizaba, para que los tres argentinos y los cuatro policías regresaran a Madrid junto con él. Ya en Madrid los embarcó en un vuelo a Buenos Aires.

Fueron acompañados hasta las Islas Canarias por los policías españoles y luego prosiguieron su viaje solos.

Evaluación

Las razones por la cual esta operación no pudo ser llevada a cabo son muchas, se dice que, si el grupo hubiese sido provisto de un mapa militar en lugar de un mapa turístico, hubieran llevado pasaportes falsificados de buena calidad (no como los que llevaron, que ya generaron sospechas en Francia, primer destino de los miembros de la operación), y hubiera utilizado tarjetas de crédito en lugar de dinero en efectivo, la historia hubiera tenido otro desenlace.

Por otra parte, las operaciones de este calibre suelen ser planificadas por un grupo especializado, en el cual uno hace las tareas referidas al reconocimiento y otro ejecuta la operación.

La Gaceta Argentina

Por orden del Señor Comandante Militar Conjunto de Las Islas Malvinas, General Brigadier Mario B. Menendez, se creó La Gaceta Argentina, designándose como director de la misma al Capellán Castrense Fray Salvador Santore y como Subdirector al Capitán Fernando Rodriguez Mayo.

 




Malvinas: el día que Thatcher pensó que podían perder la guerra y decidió atacar al continente para destruir aviones y eliminar a los pilotos
 

Por Marcelo Larraquy
Periodista e historiador (UBA)
El ataque al destructor Sheffield con misiles Exocet generó una conmoción política y militar. Desnudó la debilidad de la defensa británica: si se impactaba sobre uno de los portaviones, podrían perder la guerra. En el libro “La Guerra Invisible” se revela que en ese momento Gran Bretaña decidió hacer una misión de ataque sobre el continente para destruir los Super Étendard, los misiles y matar a los pilotos alojados en la base de Río Grande

Hundimiento del Sheffield Guerra de Malvinas 4 de mayo 1982
El 4 de mayo de 1982, dos pilotos de la Aviación Naval golpearon sobre el destructor con el misil Exocet, lanzados desde aviones Super Étendard. Los pilotos Augusto Bedacarratz y Armando Mayora habían dado en Sheffield. Cuando aterrizaron en la base de Río Grande aun no sabían del éxito de su misión. Juntos comenzaron a relatar la misión en un papel en la sala del hangar y luego la pasaron en limpio en el casino de oficiales. Bedacarratz recordaba los detalles de la acción, Mayora aportaba los suyos y los escribía. Fue en ese momento que en la sala se interceptó la radio BBC y escucharon la novedad. El gobierno británico reconocía, a las cinco de la tarde hora británica, que el Sheffield había sido atacado por un misil y la acción había provocado veintidós muertos y una cantidad indeterminada de heridos. El destructor todavía se estaba incendiando.

En La Guerra Invisible, Marcelo Larraquy revela cómo en ese momento Gran Bretaña decidió hacer una misión de ataque sobre el continente para destruir los Super Étendard, los misiles Exocet y matar a los pilotos alojados en la base de Río Grande.

Aquí un extracto del libro.

(…) El impacto del misil había provocado un ruido corto y seco. Abrió un agujero de seis metros cuadrados. El Sheffield se sacudió de una punta a la otra. El primer informe oficial de la Secretaría de Defensa británica admitió que su carga explosiva había golpeado en la segunda cubierta, sobre la banda de estribor, entre la cocina, el cuarto de máquinas auxiliares y la máquina de proa, que empezaron a incendiarse. El fuego, originado por el combustible del Exocet, luego se esparció por la sección central y alcanzó el puente. El combustible se fue desparramando entre el humo negro. Si el fuego hubiera llegado al compartimento de explosivos donde se alojaban los misiles Sea Dart, el destructor habría volado en ese momento.

La defensa del Sheffield había fallado. Sin embargo, el informe puso en duda que el misil hubiese detonado. Francia, en cambio, aclaró que había funcionado en forma correcta. No quería que se sospechara de la eficacia de su creación. En la oficina de Ofema (Office français d’ex- portation de matériel aéronautique), en París, festejaron el lanzamiento. Poco después, con el certificado de Combat-Proven (“Probado en Combate”), el Exocet quintuplicaría su valor de mercado.

En las ejercitaciones de mar, los destructores tipo 42 como el Sheffield tenían un margen de veinte minutos entre la detección de un avión y el impacto de cualquier proyectil que disparase. El Exocet reducía ese lapso a tres minutos. El Sheffield, además, no contaba con misiles Sea Wolf, adecuados para neutralizar misiles o aviones que se aproximaran en vuelo rasante. Su protección antiaérea, los Sea Dart, solo le permitía alcanzar blancos de altura. Una de las peticiones de la Marina Real a la Secretaría de Defensa había sido agregar al misil la capacidad de impactar a baja altura, pero había sido rechazada por falta de fondos.

El informe oficial afirmó que, poco antes del impacto, los radares de vigilancia aérea y de rastreo de blancos del Sheffield habían sido desconectados para una comunicación con satélite Skynet y la sala de operaciones no había tomado contramedidas.

Los Super Étendard habían sido detectados por el destructor Glasgow a 49 millas, 90 kilómetros del Sheffield. Los dos o tres segundos que duraron sus emisiones de radar quedaron registrados en la consola. Se veían dos contactos hostiles que se acercaban a una velocidad de 450 nudos, 833 kilómetros por hora, desde 600 metros de altura.

Super Étendard en 1982 durante la Guerra de Malvinas
Un marino hizo sonar su silbato y el grito de terror retumbó en la sala de operaciones: “¡Freno de mano!”. Era la clave para mencionar al radar Agave, instalado en los Super Étendard. El capitán del Glasgow, Paul Hoddinott, preguntó por el nivel de credibilidad. ¡Cierto! Entonces viró completamente el timón para reducir el margen de impacto y lanzó el chaff para desviar la dirección de los misiles, que ya habían sido lanzados desde los aviones.

El aviso de alerta “¡freno de mano!” llegó a la sala de operaciones del Hermes, que navegaba 50 kilómetros al este. Allí fueron renuentes a creer en la amenaza y siguieron en alerta blanca. Lo mismo sucedió en el otro portaviones, el Invincible. El comandante de guerra antiaérea pidió más pruebas al Glasgow. Pensaban que el ataque era falso. Habían recibido tres o cuatro alarmas esa mañana. Continuó con alerta blanca, todo tranquilo, ningún indicio de ataque.

En tres días de guerra no se había detectado la presencia de los SUE, de modo que supusieron que su sistema de armas no funcionaba o que los pilotos no estaban capacitados para efectuar el reabastecimiento en aire. Confiaron en que no habría ataque. La alarma lanzada desde el Glasgow al resto de los buques fue tomada como un falso eco.

El grito “¡freno de mano!”, además, no necesariamente implicaba un peligro para la flota.

El almirante Sandy Woodward (jefe de la flota británica) decía que esa expresión era más escuchada que los “buenos días”. Ante cualquier ruido en el éter, en medio de la tensión de la guerra, en las salas de operaciones se gritaba “¡freno de mano!”. Y pasar de la alerta blanca a la amarilla, que advertía de un indicio de ataque, o a la roja, que revelaba un ataque seguro, implicaba un desgaste considerable para una nave: se debía lanzar el chaff, despegar helicópteros y aviones, poner a los infantes a cubrir posiciones de combate. Pero esta vez el ataque era real.

El almirante Sandy Woodward, jefe de la flota británica
El capitán del Glasgow pidió que derribaran los Exocet con misiles Sea Dart, pero el control de fuego de radar no podía fijar la posición de los pequeños puntos blancos que cruzaban la pantalla. Se preguntó cuántos segundos faltarían para que golpearan en el centro de su nave. Sin embargo, los misiles pasaron por encima del Glasgow. Estaba a salvo. No era el eco que (los pilotos de Super Étendard) Bedacarratz y Mayora habían seleccionado en su radar. Tampoco lo era el destructor Coventry.

En estado de alarma, el capitán del Glasgow llamó al Sheffield. No contestaron. En la sala de operaciones del destructor no detectaron ni al avión ni a los misiles que volaban hacia ellos. Los primeros en advertirlo fueron dos tenientes que conversaban en el puente de la nave y vieron una estela de humo a dos metros por encima del mar, que se acercaba. Estaría a poco más de un kilómetro. Uno de los tenientes tomó el micrófono de transmisión. “¡Ataque de misil!”, gritó.

Treinta y cinco años después, el documento desclasificado de la Junta de Investigación (Board of Inquiry) del Ministerio de Defensa revelaría que “algunos miembros de la tripulación estaban aburridos y un poco frustrados por la inactividad y el barco no estaba completamente preparado para un ataque”. Aún más: el oficial de guerra antiaérea había salido de la sala de operaciones y estaba tomando un café cuando los Exocet volaban hacia el Sheffield. Tampoco su asistente se encontraba en funciones. El documento desclasificado también indicaba que el radar del destructor estaba en transmisión con otra nave. Reconocía que la alerta del Glasgow se había escuchado en el Sheffield, pero no había generado una reacción. Creían que el Super Étendard no podía abastecerse en el aire y que no significaba una amenaza. Nadie llamó al capitán, nadie lanzó los misiles Sea Dart para derribar los Exocet y nadie disparó un chaff para engañarlos. El equipo de guardia había fallado.

La pérdida del destructor golpeó a Woodward. En ese momento temió que, en medio de las tareas de rescate, el Sheffield explotara y que un submarino argentino atacara con torpedos a los barcos de salvataje que se habían acercado, el Yarmouhth y el Arrow. Llegarían a detectar nueve alarmas en el sonar.

Para completar la jornada trágica en las Fuerzas de Tareas, uno de los tres Sea Harrier que habían despegado del Hermes para atacar la pista de aterrizaje de la Base Cóndor, en Puerto Darwin, fue derribado por una batería de la artillería antiaérea con una ráfaga de proyectiles de 35 milímetros. El Sea Harrier volaba a 300 metros por segundo. En condiciones normales, los artilleros tenían apenas treinta y siete segundos para pulsar el disparo cuando lo tenían en la pantalla del radar de exploración del director de tiro. Algunos soldados de Artillería habían estudiado las siluetas de los cazas británicos de las fotos que había tomado el Boeing 707 el 21 de abril.

Una fragata se acerca a socorrer al dañado HMS Sheffield luego de recibir el impacto del Exocet (AP)
En un anotador de rodilla del piloto caído, el teniente Nicholas Taylor, la inteligencia de la FAS (Fuerza Aérea Sur) obtuvo números de aviones en servicio y remanentes, pilotos asignados, indicativo de buques, códigos IFF (Identification Friend- Foe), configuraciones de armamento e información sobre la autonomía del Sea Harrier: ochenta minutos con despegue de rampa, y la mitad del tiempo si lo hacía con despegue vertical.

El cuerpo del piloto británico Taylor fue sepultado con honores por una formación de soldados argentinos en un cobertizo próximo a un tambo en Pradera del Ganso. Lo enterraron junto a los ocho miembros de la Fuerza Aérea que habían muerto en el ataque sobre la pista de la Base Cóndor, tres días antes.

Woodward se sintió muy deprimido en la noche del ataque. Todavía le resonaba la expresión a viva voz de un oficial de su Estado Mayor en la sala de operaciones del Hermes apenas llegó el mensaje desgraciado: “El Sheffield ha sufrido una explosión”.

¡Almirante, debe hacer algo!”, le había advertido el oficial.

Parecía una orden, una intimación. Y en esos dos, tres minutos de tensión Woodward no había hecho nada, dejó que los acontecimientos siguieran su curso; solo esperaba que los hombres que estaban en el destructor le pidieran lo que necesitaban. Trató de controlar sus emociones y no dejarse arrastrar por reacciones instintivas. En el momento de mayor angustia debía meditar las decisiones.

Woodward repasó su estrategia después del ataque al Sheffield: neutralizar a la Marina y la Fuerza Aérea enemigas para alcanzar la superioridad marítima y aérea; desembarcar a los hombres de la flota naval, y brindar apoyo logístico y de fuego a las fuerzas en tierra.

Había quedado en evidencia que la flota británica era vulnerable a los misiles; que sus defensas antiaéreas, frente a esa amenaza, eran débiles. La capacidad de fuego de la aviación argentina se mantenía intacta. Si no se neutralizaba, el desembarco sería imposible. Las tropas del ejército británico todavía esperaban en la isla Ascensión. Hasta que no se despejara el panorama, no había orden de traslado al Atlántico Sur.

Los Super Ëtendard y los Exocet en la base de Río Grande
Woodward cambió la táctica para mantener la iniciativa. Decidió alejar más hacia el este a su flota naval, colocarla más lejos de las bases aeronavales argentinas, y adelantó dos destructores, el Coventry y el Glasgow, a 20 kilómetros de Malvinas para estrechar el bloqueo aéreo sobre los aviones argentinos, sobre todo los Hércules C-130, que trasladaban suministros en vuelos nocturnos. Los atacaría con misiles Sea Dart para intentar cortar el puente logístico entre el continente y las islas. Y también saturaría con fuego las posiciones de los soldados en tierra.

Los cambios tácticos no redujeron el temor de un segundo ataque de los Super Étendard y de la posible pérdida de un portaviones. A esas alturas, cualquier daño que afectara al Hermes o al Invincible lo obligaría a abandonar la operación militar. Una semana después del ataque, mientras intentaban remolcarlo hacia las islas Georgias para repararlo, el Sheffield zozobró en el mar y cayó bajo las aguas. Fue el primer buque de guerra de la flota británica hundido en combate después de la Segunda Guerra Mundial.

Woodward envió un mensaje realista a los capitanes de los barcos. “Perderemos más naves y más hombres”, les anticipó, “pero triunfaremos”. (…)

El ataque sobre el Sheffield no solo expuso por primera vez la vulnerabilidad de la Fuerza de Tareas sino que generó un trauma, una convulsión política en Gran Bretaña. Se abrió un nuevo escenario: la posibilidad de detener o poner en pausa la estrategia bélica y dar paso a una solución diplomática.

El jueves 6 de mayo Margaret Thatcher fue interpelada en la Cámara de los Comunes
El jueves 6 de mayo Margaret Thatcher fue interpelada en la Cámara de los Comunes. Un representante le requirió si podía hacer cesar el enfrentamiento y alentar un acuerdo de paz efectivo. Thatcher se mostró tolerante a ese propósito por primera vez. Dijo que habían respondido de manera constructiva a la propuesta de paz peruana y daba la bienvenida a la nueva intervención de las Naciones Unidas para las negociaciones. Aseguró que la vía diplomática seguía abierta pero que el obstáculo era la Argentina, interesada en el cese del fuego pero no en el retiro de sus tropas.

Otro representante preguntó a la primera ministra: “¿Podría darnos la más absoluta seguridad, estoy seguro de que toda la nación así lo demanda, de que no habrá una escalada deliberada en las acciones militares, ninguna escalada que interfiera con las perspectivas que ahora se vislumbran de lograr una paz real?”. Y otro insistió: “¿Ha venido hoy a esta casa totalmente preparada para repudiar a los miembros del Partido Conservador y almirantes y generales retirados que ahora aparecen en televisión diciendo que, en caso de ser necesario, se debería atacar el territorio argentino?”.

Thatcher respondió que los argentinos habían escalado la crisis e invadido las islas, y que a su gobierno le tocaba continuar con las actividades militares, aun en medio de las negociaciones, para que el invasor no siguiera incrementando su poderío y reforzando sus posiciones para atacar a su voluntad.

Los pilotos de los Super Etendard
Thatcher estaba decidida a lograr una victoria militar. La maquinaria bélica no debía detenerse. No sacaría el dedo del gatillo durante las gestiones de paz. Ya no importaría que la Argentina, pocos días después, en las Naciones Unidas, dejaría de exigir una fecha fija para la transferencia de la soberanía y admitiera una negociación lisa y llana de la soberanía, sin plazos perentorios.

La gestión diplomática iba y venía entre mediadores e interlocutores de ambos países, en distintos ámbitos. Se enredaba y perdía urgencia mientras la guerra avanzaba.

El 8 de mayo, en Chequers, la residencia de campo oficial de gobierno —el mismo lugar donde se había decidido el hundimiento al crucero Belgrano—, se ordenó el traslado de las tropas terrestres de la isla Ascensión hacia el Atlántico Sur y se estableció la fecha del desembarco entre el 18 y 22 de mayo. Thatcher también avaló la gestación de la opción más extrema: eliminar el poder de destrucción del enemigo, el sistema de armas del Super Étendard. Atacarlo en su punto de partida. (…)

Thatcher autorizó el ataque al continente luego de una proposición de la Marina Real. La operación requería la participación de una fuerza especial que, en una acción de alto riesgo, eliminara los aviones, los misiles y también a los pilotos. (…)

Fuente: Infobae.com
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El submarino ARA San Luis detecta y ataca un rumor hidrofónico

8 de mayo de 1982. La Fuerza Aérea Sur (FAS) y la Armada Argentina detectan aproximaciones de las Fuerzas Armadas del Reino Unido: todo comenzó el pasado 7 de mayo donde se detectó al rededor de las 15:00 hs, a cinco unidades navales de superficie a, aproximadamente, 80 MN al SE de la Isla de los Estados. La FAS no titubeó al comenzar una serie de medidas defensivas que desencadenarían en un completo día acciones de reconocimiento y exploración, y una acción por parte del ARA San Luis.

Frente: Malvinas

K-C 130 de la Fuerza Aérea Argentina en Malvinas
Amaneció con lloviznas y baja visibilidad en las islas. Para comenzar a describir el inicio de las operaciones, cabe remontarnos a las 15:00 hs del pasado 07 de mayo, donde el avión Electra perteneciente a la Armada Argentina, percibe a cinco unidades navales de superficie a aproximadamente, 80 MN al SE de la Isla de los Estados. Medidas defensivas tomadas por la Fuerza Aérea Sur: el KC-130 matricula TC-70 “KIKO” junto a la tripulación My Ricardo Bolzi, Cap Sergio Sampietro, MY Orestes Vila, CP Oscar Fraire, CP Ricardo Camino, Saux Roberto Ovejero, SAux Carlos Salzano, CP Juan Guerra y SA Luis sarmiento; llegan a CRV a las 00:01 del 8 de mayo, y habían desplegado desde GAL.

Mirage V de la FAA.
Se ejecutaron, además, dos salidas de M-5 “Águila” junto a la tripulación conformada por el Cap Amílcar Cimatto y el Cap Higinio Robles, armados ambos con Cñ y Shaffir. Despegaron de la BAM GRA a las 11:45 hs con la misión de volar sobre las islas Malvinas, bajo control radar, a efectos de obligar el despegue de las PAC enemigas, desgastándolas. Se corroboró que una de las mismas se dirigía hacia la sección, y en consecuencia se comenzó a maniobrar para quedar a la cola de la misma, a una distancia de siete millas, y con rumbo general Oeste. El Jefe de Sección ordenó probar cañones a su numeral, quien informó que se le había quedado conectado el empobrecedor de tiro y comenzó a perder altura, por falta de potencia. El guía se limitó a girar, en círculos, para no perder de vista al objetivo. Se le ordenó finalmente que eyectara el tanque ventral, que se encontraba ya vacío, resultando que a los 15.000 pies de altura se informó que se había restituido la potencia y comenzó nuevamente el ascenso, proa a GRA. Sin embargo, desafortunadamente y debido a faltas de combustible a medida que pasaba el tiempo, se eyectaron los tres tanques externos y se declaró emergencia a la torre de vuelo de la base GRA para alertar al helicóptero de Prefectura Naval por apoyo. Aterrizaron finalmente a las 13:20 hs.

De manera simultánea, el Escuadrón Fénix ejecutaba aproximaciones a las islas con los Lear Jet, teniendo asignado el mismo objetivo. Además, dos IA-58 Pucará, “Zorro”, de la Base Aérea Militar Cóndor efectúan reconocimiento ofensivo al sur de la Base Aérea Militar Malvinas.

En una latitud 35° 40´ W con rumbo 210 grados, se avista lo que se cree fuerza anfibia y logística enemiga navegando a 12 nudos y constituida por cinco buques grandes y tres pequeños en formación. Se anuncia que desde ese momento, es de esperar una operación británica de envergadura. A su vez, COATLANSUR informa por despacho que “las capacidades de la FT británica serán sustancialmente incrementadas por incorporación del GRUPO ANFIBIO Y LOGÍSTICO, para evitar ese incremento resultara necesario destruir/neutralizar al grupo en tránsito con anterioridad a su arribo al área de operaciones”.

Las detecciones resultaron ser certeras a todo lugar: desde las 20:00hs a las 22:00hs, se recibió bombardeo naval inglés hacia Puerto Argentino.

El submarino ARA San Luis detecta al enemigo

Todo inició cuando el submarino ARA San Luis recibe la orden de extender el campo de sus operaciones además del área Maria al Norte de la Isla soledad, específicamente hacia el área Isabel al Este de la misma isla. Para las 20:00hs, durante la maniobra de aproximación, se percibe un rumor hidrofónico que no puede ser clasificado en cuanto a su origen. Luego de la segunda escucha, se percibe como un posible torpedo por lo que se realiza rápidamente una maniobra de evasión, percibiendo además que los sonidos pertenecían a la presencia de un submarino en el área. Para las 21:42hs, se le ordena lanzar un torpedo MK 37; percibiendo finalmente a las 21:50hs el impacto del mismo en el fondo marino.

Movimientos británicos en las Islas

Llegan al Teatro de Operaciones los buques logísticos de desembarco Sir Galahad, Sir Lancelot, Sir Percivale, y Sir Tristam pertenecientes a la Fuerza de Tareas Anfibia. Los británicos mantuvieron adelantados al N de la Isla Soledad al destructor clase 42 HMS Coventry y a la fragata clase 22 HMS Broadsword. Mientras tanto, al Comando argentino le continúa preocupando los movimientos navales enemigos que se realizaban al SO de Malvinas, entre éstas y la Isla de los Estados.

HMS Conventry perteneciente a los británicos.
En Puerto Mitre, a poco de la salida del sol, el Forrest reinicia la descarga de víveres, medicamentos, y vestuarios que finaliza antes del mediodía al cabo de lo cual retorna a puerto rey para recibir víveres frescos del ELMA Río Carcarañá con destino nuevamente a Puerto Mitre que serán llevados a la siguiente jornada, y el buque mercante ELMA Río Carcarañá comienza operación de descarga en Puerto Argentino. Además, 20 aviones de combate británicos llegaron a la Isla Ascensión para reforzar la fuerza británica en su bloqueo a Arg.

¿Qué sucede en Argentina?

“Las 24 horas de la Guerra de las Malvinas”: el show solidario de la guerra. A las 18:00hs del día de hoy, comenzó una transmisión en la TV argentina en la que miles de ciudadanos se unieron para realizar donaciones a un fondo común que sería destinado a nuestros combatientes. Se trata de un programa especial de 24 horas en el que hay colectas de alimentos, ropa, dinero y hasta objetos de valor, para ayudar a los soldados del Atlántico Sur. Se llegó incluso, a una donación de 100 millones de pesos pertenecientes al famoso jugador Diego Maradona. Si bien la generosidad del país permitió llegar a un alto número hasta ahora, quedaremos atentos a los próximos acontecimientos de importancia en las Islas con nuestras tropas.

Fuentes consultadas: Malvinas – Bezzola; Historia de la Aviación Naval Argentina, Tomo III; Historia de la Fuerza Aérea Argentina, Tomo VI Volumen I y Volumen II.

Fuente: https://www.zona-militar.com/



Comunicados del Estado Mayor Conjunto

Comunicado n° 30: El Estado Mayor Conjunto comunica que en el día de la fecha no se han producido acciones bélicas en el teatro de operaciones del Atlántico Sur.

Comunicado n° 31: El Estado Mayor Conjunto comunica que la decisión del gobierno de Gran Bretaña de extender a 12 millas náuticas contadas desde la costa argentina, la zona de exclusión total, ratifica una vez más, el carácter de agresor de aquel gobierno. Ante este nuevo hecho, se reitera que las FF.AA están en capacidad y prevenidas para actuar en la medida necesaria a fin de asegurar el logro de los objetivos militares fijados en el Atlántico Sur.

Comunicados de Gran Bretaña

Inglaterra, Mayo 8, nº 43: No hay informes de ningún contacto operativo durante las últimas 24 horas.

La Fuerza de Tareas continúa sus patrullas para mantener la ZET. En el área hay niebla, con extensa cobertura de nubes y la visibilidad, en consecuencia, es escasa.

Inglaterra, Mayo 8, nº 44: Me gustaría decir unas palabras sobre la Isla Ascensión. Esta pequeña dependencia británica en el centro del Atlántico es un importante puesto de estación y aprovisionamiento para nuestra Fuerza de Tareas en el Atlántico Sur. Como es fácil suponer, un gran número de naves, de la Marina Real y civiles, han convergido en esta isla, y los helicópteros descargan continuamente provisiones y equipos.

La isla misma ha sido utilizada para diversos ejercicios por infantes de marina y por el 3er. Batallón del Regimiento de Paracaidistas, desembarcados al efecto. La RAF ha utilizado la isla como un puesto de tránsito. Los VC10 y Hércules han cumplido misiones allí y me gustaría llamar la atención, en especial, sobre el reciente vuelo de Harrier de la RAF desde el Reino Unido, que ya anuncié ayer. Su aterrizaje en la isla Ascensión implicó un vuelo de 9 horas desde el Reino Unido, con reaprovisionamiento en el aire. Esto es un récord para los Harrier.

Como ustedes pueden imaginar, la Isla Ascensión es ahora un lugar muy atareado. Rápidamente ha crecido una ciudad de tiendas de campaña, habiendo más de mil hombres en toda clase de tareas esenciales.

También deseo agregar algunas palabras sobre la entrega de correo a la Fuerza de Tareas. La correspondencia, despachada con el nombre de la nave y la dirección «British Forces, Post Office 666», llegará antes de dos días a la isla Ascensión. Desde allí se llevará en el momento oportuno, por aire o por mar, hasta la flota. Estamos organizando un servicio más regular, lo que significaría que el correo desde y hacia la flota sólo tomará aproximadamente dos semanas, y en ocasiones mucho menos.

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