5 DE JUNIO

=Día a día lo que ocurrió en Malvinas y en el mundo durante el conflicto armado =Actividades operacionales =La Compañía de Comandos 602 =Antecedentes a la Batalla de Monte Longdon =La Fuerza Aérea Sur =Acciones británicas =Actividad aérea =Actividad terrestre =Actividad naval =Comunicados del Estado Mayor Conjunto

– Buenos Aires: El Ministro de Relaciones Exteriores Nicanor Costa Mendez, refirió a la prensa argentina que su viaje a Cuba, en el marco de la reunión de No Alineados, había sido “muy interesante” y que ha dejado “mucha solidaridad”. Respecto de la posición adoptada por los norteamericanos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, «…nos resultó incomprensible e inaceptable el nuevo aval brindado por el Presidente Ronald Reagan y por el Secretario de Estado, Alexander Haig».

– Se concretó el encuentro previsto entre el buque hospital argentino Bahía Paraíso con su similar inglés,  

el buque hospital Uganda, recogiendo 47 heridos propios. “Actualmente se dirige hacia Puerto Fox y Puerto Howard, donde se propone recoger los heridos de la zona, habiéndose previsto luego el traslado de todos ellos hacia el continente”.

– El Ministerio de Defensa británico informó que cuatro de sus unidades navales debían ser retiradas  

de la zona de operaciones para reparar averías sufridas como consecuencia de su enfrentamiento con las fuerzas argentinas. Entre estos buques se identifica al destructor 42 HMS Glasgow y a la fragata clase Leander HMS Argonaut.

Actividades operacionales

– Se observaron movimientos desde la zona de Darwin, hacia puente Fitz Roy como así también el desarrollo de trabajos en esa área.

Las posiciones británicas de Monte Wall son atacadas por la artillería propia.

A las 24,00 hs, las posiciones argentinas en monte Harriet y del Batallón de Infantería de Marina 5 recibieron fuego naval

Continuó el desplazamiento de Unidades de la Fuerza de Ocupación durante el día, hasta las cercanías de Puerto Argentino.

– Los integrantes del Puesto de Observación Nº 8, dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, compuesto por tres hombres que se encontraban en posiciones muy adelantadas, en relación a la primera línea (con la misión de guiar a los aviones propios o alertar sobre la aproximación de aeronaves enemigas), llegaron a Puerto Argentino después de recorrer a pie 46 kilómetros en tres días.

– La Fuerza Aérea Argentina, realizó intensos bombardeos contra las posiciones enemigas en Monte Kent y Monte Dos Hermanas, a unos 25 kilómetros de Puerto Argentino. Esas operaciones se realizaron durante la madrugada con aviones Canberra.

– El General Moore decide arriesgarse a enviar a los dos batallones de la Guardia a la zona de Bluff Cove mediante transporte marítimo, dada la falta de helicópteros de transporte.

El 2º Batallón de los Guardias Escoceses es embarcado en el HMS Intrepid hacia Lively Island y desde allí trasladado en cuatro lanchones LCU a Bluff Cove.

– Dos nuevos misiles MM38 Exocet son traídos a las islas en un C-130 Hércules, para su uso por el sistema I’T’B.

El día 05 de junio es rechazada una operación helitransportada enemiga al Sudoeste de Monte Harriet por efectivos pertenecientes al Regimiento de Infantería 4.

– El General Moore decide arriesgarse a enviar a los dos batallones de la Guardia a la zona de Bluff Cove mediante transporte marítimo, dada la falta de helicópteros de transporte. El 2º Batallón de los Guardias Escoceses es embarcado en el HMS Intrepid hacia Lively Island y desde allí trasladado en cuatro lanchones LCU a Bluff Cove.

– Un equipo del SBS (Teniente Boyd), a bordo del submarino HMS Onyx tiene la misión de reconocer la isla de Weddell,  

al noroeste de la Isla Gran Malvina, donde se sospechaba la presencia de controladores aéreos avanzados argentinos (FAC). Al sur de Chatham Harbour el submarino Onyx chocó contra algún bajío y la operación fue anulada.

El submarino fue reparado en alta mar y siguió en operaciones. Después de la guerra participó en el hundimiento de los restos del RFA Sir Galahad (disparándole tres torpedos, dos fallaron) el 25 de junio. El 21 de octubre, durante unas maniobras, hundió con torpedos al buque capturado Bahía del Buen Suceso.

La artillería argentina con cañones CITER de 155 mm ataca las posiciones enemigas en los Cerros Wall y Challenger, Murrel Bridge y la zona de Saddle Back.  

La acción fue corregida por el OAV asignado al RI 4, en Monte Harriet, Subteniente Tedesco.

Intenso fuego de morteros y de artillería bate las posiciones en los Cerros Longdon y Dos Hermanas con intermitencias durante todo el día.

– Los. realizan misiones de fuego sobre la zona de Monte Wall, con el fin de acallar unos morteros británicos.

– Los Light Gun baten las posiciones argentinas de Longdon (RIZY) y Dos Hermanas (RI4)  

durante la tarde/noche, para ablandar la futura resistencia de la infantería defensora.

Se ejecutan tres ataques aéreos con bombas sobre distintos sectores de la posición. En el sector del Regimiento de Infantería 4, particularmente, se emplean ametralladoras y misiles.

A las 21,00 horas, el Comandante Conjunto expone ante los comandos superiores a sus órdenes, las conclusiones de los estudios que ha ordenado a su Estado Mayor para la proposición al CEOPECON de una operación sobre la espalda de los ingleses que podría cambiar el curso de los acontecimientos. Adelanta su intención de enviar al Continente al Jefe de Estado Mayor para exponer el plan y solicitar resolución.

Durante la noche, el cañoneo naval es particularmente intenso entre las 23,00 y las 03,30 horas causando bajas y daños importantes.


La Compañía de Comandos 602

El Regimiento de Infantería 4 venía informando desde hacía algún tiempo que en las laderas del mencionado cerro se observaban movimientos y que una sección enviada hacia allí recibió fuego graneado. Por esa razón, el 5 de junio Rico resolvió atacar, poniendo en marcha una operación tendiente a desalojar a los británicos del área.

Para ello, despachó previamente un pelotón de avanzada integrado por cinco hombres al mando del capitán Fernández Funes y su segundo, el subteniente Dámaso Soraides.

La patrulla se puso en marcha hacia el sur y al cabo de varias horas pudo determinar que el camino a Fitz Roy se hallaba despejado. En vista de ello, Rico y sus hombres se desplazaron hacia el monte Enriqueta donde el teniente primero Roberto Eito los guió a través de un campo minado.

El día anterior, el jefe del Para 2 hizo la famosa llamada telefónica al administrador de Swan House, quien le había informado que la zona (Fitz Roy), se hallaba despejada de argentinos.

Después de coordinar el apoyo de fuego de artillería con el Grupo 3 al mando del teniente coronel Martín A. Balza y de incorporar a la 3ª Sección del capitán Ferrero, los doce comandos echaron a andar con rumbo al sudoeste, en busca del monte Wall.

La gente de Rico avanzaba sobre el terreno de turba cuando, antes de obscurecer, notaron movimiento enemigo en las inmediaciones de Bluff Cove, muy cerca del poblado de Fitz Roy. Se trataba de efectivos del Para 2 que venía de combatir en el istmo de Darwin y se desplazaban hacia una nueva posición.

En vista de ello, Rico decidió regresar al monte Enriqueta para comunicar sus observaciones al teniente primero Arroyo (RI4), quien en esos momentos reglaba los disparos de artillería del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM5).

Rico se percató que los mismos caían cortos y, en vista de ello, tomó el teléfono en sus manos y él mismo comenzó a reglar, mejorando notablemente el alcance de fuego (aunque el primero de los disparos casi cae en medio de su gente).

Los comandos de la 602 comieron en el puesto de Arroyo, con quien coordinaron los siguientes movimientos y a eso de las 21,30 reiniciaron la marcha, dejando con la gente del regimiento al oficial de comunicaciones, Enrique Stel, para que hiciera de enlace con los cañones de Balza.

Los comandos argentinos se desplazaron con los inconvenientes que generaba el terreno de turba y una hora después, a pocos metros del cerro. se detuvieron porque de acuerdo a lo planeado, los cañones del Grupo 3 de Artillería comenzaron a batir la región.

Los proyectiles, orientados por el mismo Rico a través de la radio, machacaron el campo en torno a la elevación, en especial su cima, hasta que a pedido suyo la gente de Balza cesó el cañoneo. Era el momento de iniciar el asalto, ocupar el cerro y desalojar de allí a los ingleses, razón por la cual, a partir de ese momento los siguientes disparos deberían hacerse por expreso pedido del jefe de los comandos.

A una señal de su superior, los hombres de Rico comenzaron a trepar la pendiente, desplazándose en cadena y en el más absoluto silencio, siempre al amparo de la oscuridad. Durante el avance pasaron junto al cuerpo de un soldado del RI4 abatido días atrás, seguramente cuando el teniente primero Arroyo mandó en esa dirección a su sección de observación y poco después alcanzaron el primer punto señalado durante la planificación de la misión, donde los soldados buscaron protección detrás de unas rocas. Allí esperaron hasta que su jefe les dio la orden de ponerse de pie y cargar hacia arriba precedidos por el teniente primero Lauría, cuyo excelente estado físico le permitió ganar la delantera y dejar atrás a sus compañeros.

Lauría no hubiese detenido su marcha si una sombra que se movía delante suyo no lo hubiera obligado a frenar y cubrirse.

El oficial se arrojó al suelo, aplastándose sobre el terreno detrás de una roca y apuntó con su arma hacia el bulto. Pero casi enseguida la bajó porque quien se hallaba allí parado no era otro que el mismísimo Aldo Rico llegado a la cima antes que la sección.

Una vez en la cumbre, los argentinos comprobaron que no había nadie; el lugar se hallaba desierto y no se veían enemigos por ninguna parte. Hostigados por el fuego de artillería, los británicos habían evacuado el lugar, retrocediendo en desorden.

Se trataba de un típico puesto de observación montado en el lugar para reglar el fuego de los cañones y los ataques de la aviación.

En su retirada, el enemigo dejó abandonado su equipo, a saberse, carpas, bolsas de dormir, un cargador manual de pilas, códigos de comunicación (sin sus claves), lámparas, raciones, un teléfono y hasta una radio encendida, además de mochilas con objetos de menor importancia.

Revisando los objetos, los comandos encontraron una trampa cazabobos, dos granadas activadas debajo de un poncho y algunas piedras con manchas de sangre, evidencia de que al menos uno de los ingleses resultó herido.

Versiones británicas ofrecen una idea de lo que significó aquella pequeña victoria argentina:

El ejemplo de que las cosas pudieron haber sido de otro modo llegó el 2 de junio, cuando dos equipos de observación adelantada de la artillería del control aéreo adelantado escoltado por la Tropa de Exploración del Comando 42 liderada por el teniente Mawhood se metieron en graves problemas. Después de atraer gratuitamente la atención de los argentinos disparando contra una patrulla del RI4 al otro lado del valle, los soldados de Mawhood quedaron atónitos cuando el Comando 602 de Rico avanzó velozmente en camiones sobre Wall desde Puerto Argentino y comenzó a escalar la cuesta.

Los infantes de Marina y los equipos de control de fuego se retiraron precipitadamente, dejando atrás sus morrales, bolsas de dormir y otros enseres. Entre los elementos abandonados estaba uno de los dos indicadores láser enviados a las islas para guiar a las “bombas inteligentes” que los Harriers comenzaron a arrojar –nuevamente por cortesía de Caspar Weinberger- hacia el final del conflicto. El controlador aéreo de avanzada destruyó el láser antes de huir, pero igualmente fue un revés mayor.

Todavía peor fue que la Tropas de Exploración se viera forzada a dejar las alturas por Caleta Trullo, porque para entonces ya nadie podía sobrevivir en el Monte Challenger sin bolsas de dormir. Pero lo peor de todo fue haber perdido el Monte Wall, cosa que le causó una enorme angustia a Vaux hasta que el monte fue nuevamente ocupado veinticuatro horas más tarde.

Los comandos cargaron los objetos capturados para entregárselo a la gente de Inteligencia y procedieron a abandonar el monte porque sabiendo que habían sido recapturado, los británicos iniciarían el cañoneo sobre él.

Rico emprendió personalmente un recorrido por los alrededores, descendiendo la cumbre por el lado opuesto mientras a lo lejos el enemigo seguía sus desplazamientos. Fue entonces que una vez más tomó la radio para solicitar fuego de artillería y el mismo no se hizo esperar.

La gente de Balza y los británicos iniciaron un violento intercambio de disparos que mantuvo a la gente de Rico inmovilizada en el medio.

En pleno cañoneo, el teniente primero Enrique Stel comunicó desde el monte Enriqueta que debían retirarse del área porque Inteligencia esperaba un ataque masivo sobre el sector. Y como ya no se justificaba su presencia allí, Rico ordenó el repliegue, dando comienzo a una penosa marcha que se hizo extremadamente agobiante cuando al llegar al punto acordado, los Land Rover que debían recogerlos no estaban.

En vista de ello y viendo el estado de agotamiento de sus hombres, el jefe de la CC602 ordenó hacer un alto para reponer fuerzas y racionar, cosa que aquellos recibieron con verdadero beneplácito, echándose sobre la turba helada.

En ese preciso instante comenzó el rutinario cañoneo naval, obligando a los comandos a incorporarse y reiniciar la marcha. Treinta minutos después aparecieron los Land Rover al mando del capitán De la Serna y sobre ellos treparon presurosos después de ubicar en su interior el equipo propio y el material capturado.

Llegaron a Puerto Argentino sin mayores inconvenientes, sabiendo que habían hecho retroceder al enemigo,  

obligándolo a abandonar buena parte de sus pertrechos (en el trayecto habían consumido las raciones). Lamentablemente para ellos, el cansancio les impidió seguir saboreando el triunfo porque ni bien llegaron al gimnasio se quedaron profundamente dormidos.

Al día siguiente, el general Menéndez y sus asistentes inspeccionaron el equipo capturado, todo material de excelente calidad.

En cierto momento, mientras le explicaban los pasos de la operación sobre un mapa, el gobernador militar desconcertó a los presentes al preguntar la distancia que separaba al monte Wall de Puerto Stanley. Eso irritó profundamente al capitán Ferrero quien, indignado y olvidando por un momento las jerarquías, dijo:

¡General, aquí no hay ningún Puerto Stanley. Usted se refiere a Puerto Argentino!

Después de eso, el vacilante gobernador militar no formuló más preguntas y se retiró. 

Antecedentes a la Batalla de Monte Longdon

El 3º Batallón Paracaidista llevó a cabo una desesperada marcha a través de las colinas al norte del Monte Simón para tomar la pieza clave del terreno alto que dominaba Estancia House, apodado Granja Estancia.

Las condiciones meteorológicas fueron atroces, para los paracaidistas que debieron marchar hacia el objetivo a través de empinadas colinas resbaladizas. Nick Rose un soldado raso del 6º Pelotón al mando del teniente Jonathan Shaw, describió la dificultad del avance debido a las irregularidades del terreno y las condiciones del clima.

El capitán Matthew Selfridge del 3 PARA estableció una base de patrulla cerca del Río Murrell para fines de mayo, a dos kilómetros al oeste del Monte Longdon. Desde allí envió sus patrullas especializadas de la Compañía D para explorar las posiciones argentinas en Longdon.

La Compañía D hizo patrulla en la noche del 4 al 5 de junio. Los integrantes de esta patrulla fueron el cabo Jerry Phillips y los soldados Richard Absolon y Bill Hayward, todos tiradores especiales. La patrulla de Phillips, dado la tarea de penetrar el 1er Pelotón del subteniente Juan Baldini con el fin de obtener un prisionero, informaron al regresar haber eliminado con fuego de tirador especial a un oficial argentino —Baldini— y los sirvientes de uno de sus morteros con un cohete antitanque.

También informan que los defensores argentinos reaccionaron demasiado tarde, pero con mucho fuego de ametralladora, además de artillería y morteros. Pero en verdad no hubo pérdidas entre los argentinos en Longdon esa noche.

El cabo Phillips no obstante, mantiene haber matado o gravemente herido personalmente a un oficial argentino en las posiciones de Baldini y penetrado las defensas argentinas y eliminado a dos conscriptos encargados de un mortero con un cohete antitanque disparado a corta distancia.

En el lado argentino, los comandantes pronto se dieron cuenta de que los soldados del Pelotón de Reconocimiento del Regimiento de Infantería 7 apostados en la posición circundante de Wireless Ridge como parte de la reserva, no estaban en condiciones de llevar a cabo su propio patrullaje. Así que, las unidades de comandos argentinos, normalmente utilizados para reconocimientos profundas tuvieron que asumir este rol. Ellos fueron capaces de hacerlo con mucho éxito y en las primeras horas del 7 de junio, una patrulla combinada de la Compañía de Comandos 601 y el Escuadrón de Fuerzas Especiales 601 de la Gendarmería Nacional (EFE601GN), investigando los informes del mayor Jaimet de actividad enemiga alrededor del Murrell Bridge fueron vistos acercándose hacia el puente.

Después de varias noches en la zona, los cabos Peter Hadden y Mark Brown y sus patrullas habían llegado  

como reemplazos en el acantilado en la orilla occidental del río Murrell, que las patrullas de los sargentos Ian Addle, John Pettinger y los cabos Jerry Phillips, Peter Higgs y Mark Hunter habían estado utilizando como una base.

En un corto espacio de tiempo un centinela informó de las figuras enemigas cerca del puente. Los paras abrieron fuego y un confuso combate se desarrolló en la oscuridad, con intenso fuego de fusiles SLR británicos y FAL argentinas, ametralladoras GPMG británicas y MAG argentinas, misiles antitanques LAW británicas y granadas de fusil Energa argentinas intercambiándose.

La patrulla de comandos al mando del capitán Rubén Teófilo Figueroa demostraron ser bastante agresivos y antes del amanecer habían obligado a los 30 paras retirarse, teniendo que dejar atrás gran parte de su equipo en manos argentinas. Sólo un suboficial argentino —sargento Rubén Poggi— resultó herido durante la contraemboscada argentina. A partir de entonces las patrullas británicas tuvieron que ser montadas más cerca de su propia línea en Granja Estancia.

Como la historia oficial del Regimiento de Paracaidistas británico ha reconocido:

Ellos se vieron obligados a evacuar sus posiciones rápidamente, dejando atrás sus mochilas y la radio, pero lograron retirarse sin sufrir ninguna baja. La ubicación se examinó en la tarde del 8 de junio por otra patrulla, pero no había ni rastro de las mochilas o de radio, lo que significaba que la red de comunicaciones por radio del batallón podía haber sido comprometida.
Según el cabo Mark Hunt de la Compañía D:

Vimos un montón de gente en el valle que venía hacia nosotros y los enfrentamos. Tenían un apoyo masivo de fuego con ametralladoras calibre 12,7 y 7,62 mm y nos reventaron, llovía balas y nos vimos obligados a retirarnos.


Viernes 5 de Junio de 1982 (Página Oficial de la FAA)

La Fuerza Aérea Sur

En un vuelo de Hercules C-130, arribó a Malvinas un nuevo misil Exocet. Entretanto la FAS buscaba blancos rentables, especialmente navales.

Si bien la inquietud principal era encontrar blancos rentables, al mismo tiempo se preveía emplear los Canberra MK-62 en las áreas donde estimaba concentraciones terrestres enemigas, aunque convencidos de que estos ataques no cumplían los requisitos de aceptabilidad, debido a la poca información que se tenía respecto de la ubicación de los objetivos materiales, las características del suelo (la turba absorbía la onda explosiva), y las condiciones meteorológicas que obligaban al bombardeo horizontal, guiado por radar, con tremendo riesgo por la acción antiaérea enemiga.

Pero se intentaba, consciente del alto valor moral que para las tropas terrestres significaban estos ataques. Además, la actividad antiaérea enemiga que se recibiera orientaría posteriores salidas de reconocimiento ofensivo.

Dos Canberra MK-62, indicativo “Pato”, armados con cinco bombas MK-17 cada uno.

Objetivo material: Monte Kent (51º 00’ S / 57º 30’ O).

Tripulación: Cap. Juan Bertoldi, Cap. Raúl Sánchez, Ten. Daniel González, Cap. Daniel Hernández.

Despegaron de Río Gallegos a las 05,00 hs.

Próximos a llegar al nivel de vuelo 200, unas 50 MN antes de la isla San José, el guía ordenó al numeral abrirse a cincuenta metros.

En esta situación, el numeral le informó que veía dos luces que surgían de la capa de nubes y se dirigían al guía. Se ordenó una ruptura a la derecha, al rumbo 170º, y luego regresaron al rumbo original. Volvieron a ver las luces y “rompieron” nuevamente hacia la derecha, se dirigieron a Río Gallegos y eyectaron las cargas externas.

Hasta allí había intentado enlaces en HF y VHF con Malvinas, sin conseguirlo.

Finalizado el viraje de retorno, observaron un resplandor similar a explosión de misil. El nº 2 pudo lanzar sólo bombas externas y aterrizó con las del portabombas central.

Las condiciones meteorológicas eran buenas y volaban sobre tope, con cielo claro que permitía distinguir, sin problemas a los aviones. Arribaron a Río Gallegos a las 06,30 hs.

Dos Canberra MK-62, indicativos “Gaucho I” y “Gaucho II”, armados con cinco bombas MK-17 cada uno con espoleta SSQ y MU 12.

Objetivo material: Monte Kent (51º 00’ S / 57º 30’ O).

Tripulaciones: Cap. Alfredo Bredeston, Cap. Miguel Sisco, 1er.Ten. Antonio Mauad, 1er.Ten. Raúl Acosta.

Despegaron de Río Gallegos a las 04,50 hs.

Navegación de ida, sin problemas. A 60 MN de la sla San José, Punto 1, sobre radial 084 de Río Gallegos y con nivel de vuelo 380, el guía advirtió que se le aproximaba, desde abajo y al frente, una luz que confirmó el nº 2. Ordenó escape por derecha al advertir que era un misil.

En la maniobra el nº 2, entró en el chorro del nº 1 y cayó en tirabuzón que logró controlar a los 34.000 pies. Comprobó que tenía el motor plantado. En la mitad del viraje, el guía sintió una fuerte vibración, posiblemente a causa de la carga alar o explosión del misil.

El numeral también advirtió una fuerte vibración, después de quedar con un solo motor. El guía interrumpió el viraje por temor a una plantada de turbina. Mientras navegaba en ese rumbo, vio dos luces color naranja fuerte que se desplazaban en paralelo, desde atrás y abajo; y estimó que iban dirigidos al numeral que estaba a inferior nivel.

Ordenó entonces, eyectar cargas y proceder al escape definitivo a Río Gallegos.

El nº 1 aterrizó sin novedad; el nº 2 llegó al toque con mayor velocidad que la normal y con las alas desniveladas. Esto, más el fuerte viento de costado, provocó que se le introdujera paulatinamente la rueda derecha y saliese de pista. Eran las 06,50 hs. No había podido llegar al objetivo material, pero había producido el despegue de una PAC (05,49 hs); dio indicios de objetivo naval en proximidades de la isla San José.

Informaciones posteriores al conflicto revelan que, estas salidas nocturnas de Canberra MK-62, provocaron la Operación Cambelow, que consistió en que los días 6 y 7 de junio, el HMS Invincible y la fragata HMS Brilliant se acercaran al anochecer y permanecieran hasta el alba en una posición a 100 MN de la costa oeste de la Gran Malvina, con sus aviones en alerta para interceptar estos raids argentinos.

Acciones británicas

Actividad aérea:

A las 05,45 el radar Malvinas detectó un Harrier en radial 145º, a 47 MN, patrullando la zona de Monte Kent, horario en que, el día anterior, atacaron los Canberra MK-62 y, más tarde los tres IA-58 Pucará.

Actividad de PAC desde las 08,17 hasta las 17,05 hs.

A las 16,46 fue bombardeado y ametrallado el Aeródromo Auxiliar Calderón por parte de tres Harrier GR.3.

Actividad terrestre:

Se observaron movimientos desde la zona de Darwin, hacia puente Fitz Roy, y desarrollo de trabajos en esa área.

Las posiciones británicas de Monte Wall atacadas por la artillería propia.

A las 24,00 hs, nuestras fuerzas terrestres recibieron fuego naval sobre Monte Harriet y en las posiciones del BIM 5.

Los integrantes del POA Nº 8, SAux Alonso, CP Guerra y SC/63 Zem, llegaron a Puerto Argentino luego de caminar 46 kilómetros en tres días (ver día 2 de junio). Fueron trasladados al hospital.

Actividad naval:

La Task Force continuó desplazando unidades durante el día, hasta las cercanías de Puerto Argentino, y otras en piquete radar.

A las 04,30 hs, el buque ARA Bahía Paraíso, frente a Puerto Howard, recibió del buque hospital Uganda a cuarenta y siete argentinos. 



Los Canberra bombardean posiciones británicas

Sábado 5 de junio de 1982. El clima es nublado durante el día, aunque mejora progresivamente gracias al desplazamiento de un centro de baja presión, lo cual habilita a una mayor visibilidad en el Teatro de Operaciones.

Dos C-130 desafían los bloqueos enemigos y llegan a Malvinas

C-130 TC-65 el pasado 6 de mayo.

  • C-130 matrícula TC-66 junto a su tripulación conformada por el Vicecomodoro Roberto Noé, el My Roberto Briend, el Capitán Osvaldo Bilmezis, el SM Juan Cufré, el CP Carlos Golier, SAux Héctor Sosa, SA Juan Marmoni, C Amílcar Cerruti, y Raúl Leguizamón arribó a Malvinas a las 18:15 horas.
  • Y el C-130 matrícula TC-65 junto a su tripulación confromada por el My Walter Véliz, el Capitán Cristóbal Villegas, el Vcom Francisco López, el SP Nicolás Segovia, el CP Jorge Contigiani, el SA Sergio Tulián, y el SA Roberto Puig, arribó a Malvinas a las 20:21 horas.

Ambos, traian consigo cuatro Exocet con sus respectivos traillers, tambores de nafta, y municiones para cañones 155. Además, se ordenó el traslado de los MK.62 arribados a GAL para emplearse sobre el Atlántico en una futura misión estratégica, según lo esperado.

Operaciones aéreas argentinas: bombardeo sobre el Monte Kent

La Fuerza Aérea Sur se concentró durante el día de hoy en principalmente encontrar objetivos navales rentables a los cuales dirigir sus medios disponibles, además de emplear a los MK-62, a pesar de no cumplir los requisitos de aceptabilidad requeridos (tales como la poca información acerca de las características del suelo y las condiciones meteorológicas). Sin embargo, se intentaba teniendo en cuenta el alto valor moral que significaría para las tropas terrestres.

El primer par de MK-62 que describiremos, bajo el indicativo PATO, partieron desde GAL a las 05:00 hs armados con cinco bombas MK17 cada uno, y su tripulación conformada por el Capitán Juan Bertoldi, el Capitán Raúl Sánchez, el Teniente Daniel González, y el Capitán Daniel Hernández. El objetivo material era el Monte Kent. Fue entonces que a tan sólo 50 MN antes de la Isla San José, el guía ordenó una apertura de 50 metros al numeral: se veían dos luces que surgían de la capa de nubes y se dirigían al guía. Rápidamente se ordenaron de una ruptura hacia la derecha, pero al volver a su rumbo original, se seguían percibiendo dichas luces. Fue entonces cuando nuevamente se dirigieron hacia la derecha y partieron en retorno a GAL, eyectando las cargas externas. Arribaron a las 06:30 horas.

MK-62 Canberra
Los hechos fueron muy diferentes para los MK-62 que partieron tán solo 10 minutos previos: bajo el indicativo GAUCHO I y II y junto a la tripulación conformada por el Capitán Alfredo Bredeston, el Capitán Miguel Sisco, el 1Er Teniente Antonio Mauad, y el 1Er Teniente Raúl Acosta, despegaron de GAL a las 04:50 horas, armados con cinco bombas MK-17 cada uno, con espoleta SSQ y MU 12. A 25 kilómetros de Puerto Argentino, los Canberra realizaron exitosamente un bombardeo sobre las instalaciones británicas ubicadas en Monte Kent y Dos Hermanas. Sin embargo, a 60 MN de la Isla San José, el guía GAUCHO I advirtió el avistaje de la misma luz que percibieron los MK-62 indicativo PATO, desde abajo y al frente, confirmada a su vez por el GAUCHO II, y se advirtió que se trataba de un misil: luego del bombardeo, habían sido detectados por el radar del destructor británico HMS Exeter, quien dió aviso al portaaviones HMS Hermes, el cual desplegó la patrulla aérea de combate Sea Harrier. Fueron capaces de escapar de los mismos virando hacia la derecha exitosamente. Finalmente, aterrizaron a las 06:50 horas en GAL sin mayores novedades.

Fueron realizados, además, vuelos de reconocimiento por parte de los F-27, C-500, dos IA-58, B-707 y DHC-6.

Nuevas planificaciones de la Fuerza Aérea Sur

Fueron planificadas para realizarse a lo largo de esta tarde, las salidas hacia la zona donde se presume que se encuentra la unidad que atacó a los MK-62, aproximadamente al norte del estrecho de San Carlos. Partieron dos M-5 a las 14:00 horas en formación defensiva, sin ninguna novedad, regresando a las 16:00 horas. Lo mismo sucedió con el HS-125 que partió a las 14:15 horas, arribando finalmente a las 16:55 horas. Y las partidas planificadas finalizaron con tres A-4B que partieron a las 14:10 horas y regresaron a las 16:10 horas sin novedades, al igual que tres M-5 que partieron 14:40 horas y arribaron a las 17:00 horas.

Movimientos británicos en el Teatro de Operaciones

Entre los movimientos más importantes, podemos destacar que hoy el radar Malvinas detectó un Harrier a 47 MN patrullando en la zona de Monte Kent. A su vez, para las 16:46 horas bombardearon la Base Aeronaval Calderón empleando a tres Harrier GR.3. Además, la Task Force desplazó unidades durante el día hasta cercanías del Puerto Argentino.

Por su parte, luego de conocer las posibles planificaciones enemigas, la Compañía Obra dejó de ser reserva del Batallón N°5 de Infantería de Marina para ocupar una posición en el sector S. del Monte William ante la posibilidad de una incursión británica en dicha dirección.

Fuente: https://www.zona-militar.com/



Comunicados del Estado Mayor Conjunto

Comunicado n° 128: El Estado Mayor Conjunto comunica que en relación con la misión que cumplía el avión Vulcan, perteneciente a la Fuerza Aérea inglesa, que se viera obligado a aterrizar en el aeropuerto de El Galeao, Río de Janeiro, República Federativa del Brasil, por falta de combustible, cabe consignar:

1. Dicho avión regresaba de cumplir una misión de bombardeo en Malvinas, que no produjo daños.
2. Conjuntamente con el bombardeo debía producir un ataque misilístico que no pudo concretar por haberse trabado el sistema de lanzamiento del misil.
3. Que con el misil trabado, con riesgo de explotar, se dirigió a Río de Janeiro, adonde arribó en condiciones críticas de autonomía, es decir casi sin combustible.
4. Que lo expuesto precedentemente evidencia lo complejo, riesgoso e ineficaz de la operación del Vulcan en esas condiciones.
5. Que puede deducirse con aceptable certeza que sólo la falta de medios aéreos idóneos en el área Malvinas justifica la implementación de una operación como la señalada.
6. Que es evidente, a través del análisis de los ítems precedentes, la incidencia que en el poder aéreo inglés ha tenido la inutilización del portaaviones Invencible y el hundimiento del buque transporte de aviones Atlantic Conveyor, con Harrier y Sea King embarcados.
7. Que el gobierno del Brasil se encuentra analizando el problema a fin de adoptar las medidas pertinentes.

Comunicado n° 129: El Estado Mayor Conjunto difundió hoy a las 10.20 el comunicado número 129, cuyo texto es el siguiente:

El Estado Mayor Conjunto comunica que en el día de ayer, 4 de junio de 1982, el buque hospital argentino Bahía Paraíso concretó el encuentro previsto con su similar inglés, el buque hospital Uganda, recogiendo 47 heridos propios.

Actualmente se dirige hacia Puerto Fox y Puerto Howard, donde se propone recoger los heridos de la zona, habiéndose previsto luego el traslado de todos ellos hacia el continente.

Comunicado n° 130: El Estado Mayor Conjunto comunica que el día 3 de junio de 1982 el Ministerio de Defensa británico informó que cuatro de sus unidades navales debían ser retiradas de la zona de operaciones para reparar averías sufridas como consecuencia de su enfrentarniento con las fuerzas argentinas. Entre estos buques se identifica al destructor 42 HMS Glasgow y a la fragata clase Leander HMS Argonaut.

La confirmación de estos hechos, previamente negados o no reconocidos por el gobierno inglés, pone de manifiesto la veracidad con que, a través de estos comunicados, se ha hecho llegar la información.

Comunicado n° 131: El Estado Mayor Conjunto comunica que las acciones bélicas llevadas a cabo hasta las 12 del día de la fecha, 5 de junio de 1982, consistieron en la ejecución de fuegos de interdicción en el área lindante con Puerto Argentino, por medio de la artillería propia; refuerzo y completamiento de zonas defensivas propias y operaciones de patrulla y exploración por ambos bandos.

No se ha registrado actividad de aviones enemigos.

Comunicado n° 132: El Estado Mayor Conjunto, ante versiones periodísticas provenientes de Londres acerca de que soldados prisioneros argentinos habrían sido obligados a localizar y desactivar material explosivo existente en la zona de Prado del Ganso y Puerto Darwin, comunica que el gobierno argentino observa con enorme preocupación la presente violación de lo expresamente establecido en la Convención de Ginebra sobre el trato a los prisioneros de guerra, que ello implicaría.

En efecto, el artículo 52 de la citada convención, se refiere expresamente al hecho de que ningún prisionero podrá ser empleado en faenas de carácter malsano o peligroso, a menos que sea por su propia voluntad.

Lo expuesto, por sus características y, de ajustarse estrictamente a lo sucedido, configura un hecho cuya implicancia en la preservación de los derechos humanos de los combatientes prisioneros es fundamental.

Comunicado n° 133: El Estado Mayor Conjunto comunica que durante el día de la fecha 5 de jumo de 1982, se realizaron acciones de patrulla y de cañoneo con artillería terrestre por parte de las fuerzas argentinas.

Se continuaron las tareas de ajuste de detalle de las posiciones propias.

Las líneas de contacto con el enemigo permanecen casi estáticas, registrándose en ellas una actividad muy reducida.

Cabe consignar que el tipo de acciones que se desarrollan en tierra, hacen que la dinámica de las mismas, al ser relativamente más lenta que la concerniente a operaciones aéreas y/o navales, cree expectativas en razón de los vacíos de información que genera, especialmente en las actuales circunstancias en que se viven los momentos de apresto y alistamiento preliminares de las grandes operaciones.

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