Habiendo Londres ordenado expulsar a los obreros de la isla con el uso del HMS Endurance y además declarando que enviará nuevos buques de guerra al Atlántico Sur, desde Buenos Aires, Constantino Davidoff pide al gobierno argentino que se protegiera al grupo de trabajo.
Ese día 23 de Marzo, la Junta Militar, en respuesta a los sucesos de Leith, ordena al Comandante del Grupo Naval Antártico, Capitán de Navío César Trombetta,

al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1), dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas.
El transporte “ARA Bahía Paraíso” se encontraba en las islas Orcadas y, entre su tripulación, se encontraban los comandos de marina, denominados “Lagartos”, al mando del teniente de navío Alfredo Astiz que formaban parte del abolido “Plan Alfa”.
Su finalidad fue la de neutralizar el cumplimiento de la misión del HMS Endurance, que tenía como objetivo el intervenir en Puerto Leith (en las Islas Georgias), a los fines de arriar el Pabellón Nacional Argentino e impedir el desarrollo de las actividades de la empresa, responsable del desarme de las viejas instalaciones de un frigorífico, desalojando a los obreros por la fuerza.
Llegan el 24 de Marzo a la hora 23:40 con la misión de proteger y evitar que los ingleses desalojaran por la fuerza a los argentinos.
El día 23 de marzo, el Comité Militar se reunió a partir de las 09.30 hs. en el Edificio Libertad. Estuvieron presentes, además de los miembros de la Junta Militar, el Jefe del Estado Mayor Conjunto.
Durante la reunión se dio el nombre de “Azul” a la futura operación para la toma de Malvinas y se trató el tema de las islas Georgias del Sur, así como también algunos aspectos referentes a la planificación ya iniciada de la alternativa militar. (…)
El Embajador Williams fue notificado por el Canciller Costa Méndez, que los trabajadores no serían retirados de Puerto Leith, ni se permitiría su evacuación por la fuerza. El embajador argumentó que los obreros podían trasladarse a Grytviken para legitimar su presencia, colocando, eventualmente, un sello que registrara su ingreso a la Isla.
El día 23 de marzo se entrevió la posible recuperación de las Islas Malvinas, con la descripción de una acción militar previa, así anunciada en su primera plana por el diario Clarín: “Simbólica ocupación de las Georgias del Sur. Un grupo de argentinos izó una bandera patria y canto el Himno Nacional, tras lo cual se retiró. Malvinenses atacaron las oficinas de LADE en el archipiélago”.
El gobierno argentino cita al embajador Williams para intentar hacer entender las verdaderas intenciones, ya que, de seguir el curso de las acciones, se provocarían consecuencias imprevisibles. Gran Bretaña responde que Argentina debía retirarse de la isla, ya que de lo contrario aplicaría la fuerza.
El gobierno argentino consideró que la amenaza de emplear al HMS Endurance era una verdadera agresión y que Inglaterra, probablemente, enviaría unidades navales a los mares del sur, lo cual tornaría imposible cumplir la alternativa militar.