=Día a día lo que ocurrió en Malvinas y en el mundo durante el conflicto armado =- Poco conocido: Buque Mercante Río de la Plata =Ahora, las fotografías =Lunfardo por la BBC =En Georgias =Comunicados de Gran Bretaña
– En el Tango 01 de la Fuerza Aérea arribó a las 19,00 hs al aeropuerto metropolitano el General Galtieri y su comitiva,

tras completar dos días de inspección a las unidades de las Malvinas y otras asentadas en el sur del país. Declaró: “El ánimo es formidable en las tres Fuerzas Armadas”.
– El Jefe del Teatro de Operaciones en el Atlántico Sur, vicealmirante Juan José Lombardo, viajó a esta capital para conferenciar con el Almirante Jorge Anaya.
– Washington: La Argentina comunicó a la OEA que dos buques de guerra británicos se aproximaron a 54 millas náuticas de las islas Georgias del Sur en el Atlántico Sur.
– Los cancilleres de Gran Bretaña y los Estados Unidos terminaron sus conversaciones sobre la crisis de las Malvinas con un documento “no satisfactorio”, según opinión de funcionarios británicos. Esas conversaciones duraron 9 horas. A su término el presidente Reagan no recibió, como se había presumido, al canciller Pym, quien voló con destino a Londres para informar a Margaret Thatcher.
– Montevideo: La Confederación General de Trabajadores del Uruguay emitió una declaración en la que apoya los derechos argentinos sobre las islas Malvinas, y se solidariza con los sindicatos, trabajadores y pueblo argentinos.
– Lima: Tres expertos peruanos en política internacional, el ex ministro de Relaciones Exteriores general Miguel Ángel de la Flor Valle, el embajador Eduardo Valdez y el jurista Alberto Ruiz Eldredge coincidieron en que los Estados Unidos pretenden el derrocamiento del régimen que encabeza el General Galtieri para que su sucesor modifique su rígida defensa de la soberanía de las Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.

– Londres: El ministro de Defensa británico señaló que la avanzada de la flota ingresó en la fase de “alerta de defensa” por encontrarse, al alcance de la aviación argentina. Según una versión del “Times” de Londres, la ministra Thatcher podría haber aceptado la posibilidad de que los aviones ataquen objetivos en el territorio continental argentino antes de organizar el desembarco en Malvinas.
Poco conocido: Buque Mercante Río de la Plata

El B/M “Río de la Plata” tuvo una participación menor, antes del comienzo de las hostilidades, mediante su incursión el 23 de abril de 1982 en el fondeadero de la Isla Ascensión a instancias de la Jefatura de Inteligencia de la Armada.
El día 19, el Río de la Plata ya había dejado el puerto de Bilbao y se encontraba navegando hacia Buenos Aires, cuando poco antes de la medianoche, a la altura de la Isla Do Fogo, en Cabo Verde, el capitán Carlos Benchetrit recibió un telegrama cifrado de ELMA disponiendo desviara su rumbo hacia la Isla Ascensión y desde una distancia no menor de 12 millas realizara un avistaje de los buques británicos que pudieran encontrarse en inmediaciones de la misma.
El 23 de abril de 1982, tras una marcha a toda máquina, el Río de la Plata llegó frente a la isla de Ascensión alrededor de las 17. Antes pasó frente a un buque de guerra inglés que realizaba prácticas junto con un submarino.

Ambos ignoraron al mercante argentino. «Cuando llegamos a Ascensión -relata el marino- no podíamos creer que pudiese existir una concentración de buques de guerra como la que veíamos ante nuestros ojos.
Había de todo allí. Como los barcos ingleses tenían un alcance bastante largo en sus comunicaciones, entramos con el VHF abierto y empezamos a escuchar las conversaciones de barco a barco. Además, colocamos un grabador de cinta ubicado junto a la radio para grabar las conversaciones entre los buques o entre éstos y la isla. En base a ello pudimos saber qué buques zarpaban, qué es lo que hacían, qué intenciones tenían.
Todo lo hablaban para nosotros con una libertad absoluta. Claro, ninguno en la escuadra inglesa se imaginaba que alguien pudiera estar escuchándolos. Nosotros estábamos bastante lejos de su visión, mucho antes de llegar a las 12 millas y, sin embargo, ya nos llegaba todo lo que decían.»
Pronto, el capitán Benchetrit se había hecho un valiosísimo cuadro de situación sobre los buques reunidos por entonces en Ascensión (que eran cerca de quince). Ya sabía cuáles eran, y hasta el nombre de quienes los mandaban. Luego, incluso, los pudieron observar con binoculares.
«La tarea se pudo precisar -agrega el marino- porque en ese viaje contábamos con una ayuda crucial, la de un segundo oficial, Armando Busto, que había sido personal de la marina de guerra y estaba muy familiarizado con los distintos tipos de barcos.
Gracias a sus conocimientos, a lo que observábamos con los binoculares, a lo cotejado en el nomenclador y a lo que captábamos de las comunicaciones entre los barcos, pudimos unir bastante bien las piezas del rompecabezas.»
Habiendo enviado esa misma noche un mensaje cifrado con los datos reunidos, Benchetrit dirigió su nave hacia Buenos Aires, creyendo; ilusoriamente, que su fugaz misión de espionaje naval había terminado allí. Se equivocaba.
Ahora, las fotografías
Tras haber dejado a Ascensión 300 millas atrás, el capitán Benchetrit recibió un nuevo telegrama de ELMA, en el que luego de reconocer lo valioso del espionaje realizado se le ordenaba regresar a la isla para obtener nuevos datos de los buques británicos, y de ser posible, fotografiarlos.

Llegaron a Ascensión por segunda vez al caer la noche, tras disimular la apariencia de la nave cambiando las luces, nuevamente con el VHF abierto y el grabador listo para registrar el menor murmullo proveniente de la Task Force. «Sin perder tiempo inspeccionamos la isla -relata el marino-, pero esta vez bien de cerca, con el barco no totalmente a oscuras (porque los radares del enemigo podían sospechar).
Ordené disimular las luces, y modifiqué las posiciones de las de los palos, que son las que dan la sensación de la distancia del buque. Achiqué todas las luces y el resto lo oscurecí totalmente para que pensaran que éramos un pesquero.»
Los argentinos hicieron su incursión en las proximidades de la isla y notaron que había mucho movimiento en el aeropuerto, con helicópteros que entraban y salían. Pero los buques estaban todos en silencio.
Finalmente se acercaron hasta 3 o 4 millas de las naves inglesas, que fue el momento en que aprovecharon para fotografiar todo lo que pudieron. «No usamos una Polaroid como se comentó en su momento -aclara el marino-. Como no teníamos elementos, apenas unas simples maquinitas, improvisé un teleobjetivo poniendo el objetivo del prismático en el de la cámara.

En ese momento ubicamos a la flota inglesa y comenzamos a disparar fotos. Vimos a la fragata Antelope, al Sir Galahad, al Sir Tristan, entre otros buques. Ahí pudimos ubicar también al Canberra, sobrevolado en todo momento por helicópteros Sea King, hasta que uno de ellos comenzó a sobrevolarnos amenazadoramente a nosotros.»
Cuando los británicos advirtieron la cercanía del Río de la Plata se desató un pandemonio. «Dieron la alarma general -señala Benchetrit-; el Fearless dio la orden de minimizar las conversaciones porque había un intruso, un stranger , como me llamaban. Así empezó la oleada de helicópteros que venían hacia nosotros, se quedaban un rato encima y luego se volvían.

Yo temía que nos dispararan o nos capturaran. Por las dudas, para que no encontraran ninguna prueba del espionaje realizado, junté todo los papeles, documentos y códigos y los metí en una bolsa, dispuesto a fondearlos en el momento que quisieran abordar el barco. En medio de estas conjeturas llegó un telegrama cifrado de ELMA con un error en el código. Dispuse no usar la radio.
Nos quedamos quietos, y así pasó el tiempo hasta que nos enviaron un nuevo telegrama, en lunfardo, pensando que no habíamos recibido el anterior.
Lo desciframos y decía: «Retírese de inmediato a Montevideo…» ¡Qué ironía!, quedaba suspendida la operación cuando ya la habíamos realizado y teníamos al enemigo encima. El telegrama nos había llegado tarde.
Finalmente nos alejamos de la flota como pudimos, navegando siempre con las señales de movimiento electrónico interrumpidas, esperando a cada minuto un ataque.

Conservo una grabación de esos momentos, justo cuando el comodoro Clapp (desde el Fearless) le pedía al capitán del Antelope que nos capturara. Hay que oír con qué delicadeza se lo pedía: «Según su criterio, sin interferir en sus planes», le decía, a lo que el comandante del buque mencionado contestaba que «iban a hacer todo lo posible y que dentro de unas horas volverían a comunicarse».
Todo eso mientras nosotros escuchábamos y ya nos veíamos ametrallados y camino al fondo del mar. Era una sentencia de muerte suspendida, porque no teníamos ni armamento para defendernos, ni velocidad para esquivarlos. Si nos alcanzaban, estábamos listos», concluye Benchetrit.
En la retirada, siempre con la preocupación por el probable ataque de la fragata inglesa (que nunca se produjo), el Río de la Plata marchó hacia Montevideo y luego rumbo a Buenos Aires. «Cuando nos estábamos relajando con el paso del tiempo -agrega su capitán-, una noche apareció una señal en nuestro radar. Como estábamos muy cerca vimos la sombra de un buque de guerra. Supongo que iba en dirección a la isla de Ascensión.
También pensé en ese momento que podía dirigirse a la isla de Trinidad, al nordeste del Brasil. Tuve la idea de que los ingleses podían haberse metido en esa isla de valor estratégico. De todos modos, cuando luego pasé por el lugar lo revisé a una milla de distancia y no encontré absolutamente nada. Recuerdo también que al día siguiente un avión de combate inglés nos hizo un vuelo tan rasante que llegué a pensar que iba a chocar con uno de los palos del barco.»
Lunfardo por la BBC
Durante toda su misión, el buque argentino había estado en comunicación con el gerente de operaciones de ELMA. Los mensajes llegaban en lunfardo para despistar a los ingleses. Así, por ejemplo, el radiotelegrama del 26 de abril dirigido «al capitán del Río de la Plata» rezaba: «Bencho picatela al socaire macacos sin demora mañana chamuyá como era el quía que te ojeó. Un abrazo. RADIVOJ».
«A nosotros lo del lunfardo no nos hacía ninguna gracia -agrega Benchetrit- porque mientras viajábamos desde Finlandia a Bilbao habíamos estado escuchando la BBC, lo que era la mejor forma de enterarnos de las novedades (además era bastante objetiva), y con gran sorpresa descubrimos que uno de sus programas estaba dedicado a dictar nada menos que clases prácticas de lunfardo argentino. Yo esperaba que los de la Task Force no hubieran estado sintonizando el mismo programa.»
Finalmente, y sin materializarse ningún ataque al buque argentino, el Río de la Plata, tras detenerse en Montevideo, emprendió rumbo a Buenos Aires, donde entregó todo el material recolectado (fotos, cintas, etc.) a ELMA, que lo pasaría de inmediato a la Armada. «Cuando llegamos a Buenos Aires -afirma Benchetrit- recibí el reconocimiento del departamento de Inteligencia Naval de la Armada por nuestra actuación: un plato con una inscripción y un diploma.»

Su raid de espionaje de la escuadra inglesa, por supuesto, no había pasado inadvertido, como lo atestigua un ajado recorte de La Mañana, de Montevideo, del 26 de abril de 1982, que hablaba de un «presunto buque espía de Argentina» refiriéndose específicamente al Río de la Plata.
En Georgias

El 23 de abril, el Santa Fe fue informado desde el continente sobre la presencia de buques enemigos. Pese a la proximidad de los británicos, el Capitán Bicain aún tenía restringido el uso de sus torpedos para el caso de ser atacado. Difícilmente tenía posibilidad de maniobrar para poder disparar eficazmente su armamento si era detectado. Y el submarino nuclear HMS Conqueror, estaba en el área dispuesto a consumar su destrucción.
Tras burlar el bloqueo inglés, en la oscuridad de la noche de la jornada siguiente el Santa Fe emergió frente a la Bahía Cumberland y comenzó el desembarco en Grytviken (Islas Georgias) de los hombres y abastecimiento de refuerzo.

Cerca de la madrugada, cuando la tarea había sido completada, zarpó navegando en superficie para ganar velocidad y alejarse. Llevaba una segunda misión más importante y ultrasecreta: atacar la línea de reabastecimiento británica entre Ascensión y la fuerza de tareas, en aguas de Las Malvinas. El plan era esconderse en las innumerables Caletas de las Georgias de Sur y efectuar las reparaciones que fueran necesarias, además de recargar sus baterías.

El 23 de abril grupos del SAS (Special Air Service) y el SBS (Special Boat Service) intentaron una nueva maniobra, en esta ocasión con sus botes inflables Gemini, pero por segunda vez el terrible clima hizo abortar la operación. Varios de ellos chocaron contra los témpanos de hielo que flotaban en las aguas y sufrieron pinchaduras que los dejaron a la deriva. Debieron ser rescatados también, esta vez por el helicóptero del “Endurance”, hacia donde fueron trasladados para su atención.
El ELMA “Río de la Plata” en Ascensión

Durante los agitados días del mes de abril de 1982, la Marina Mercante de la República Argentina jugó un importante rol, no solo como un actor adicional en el esfuerzo para el transporte de personal, víveres y pertrechos a las Islas Malvinas, sino también sirviendo como una importante herramienta de apoyo logístico e incluso, de inteligencia. En esta ocasión abordaremos una de las tantas historias que acontecieron durante el conflicto del Atlántico Sur, teniendo como participante a uno de los buques de la Empresa Líneas Marítimas del Estado (ELMA).

ELMA “Río de la Plata”. Foto: Histarmar
El 19 de abril, el buque carguero ELMA “Río de la Plata” navegaba rumbo hacia Buenos Aires luego de haber zarpado desde el puerto de Bilbao. Sin embargo, su travesía sufriría un súbito cambio cuando en horas de la medianoche llega un telegrama cifrado de la empresa. En el mensaje, el Capitán de Ultramar Carlos Benchetrit recibe la orden alterar su rumbo y dirigirse a la islas Ascensión, con la misión de realizar tareas de observación de los buques de la Royal Navy. Vale recordar que este enclave en aguas del Atlántico Sur jugaba un rol vital para las fuerzas británicas, ya que se había constituido como el principal nodo logístico para la Task Force 317. Desde la base de Wideawake operaban a diario decenas de aeronaves de distinto tipo en tareas de transporte, reabastecimiento en vuelo, exploración, etc.
El “Río de la Plata” arribaría a la isla Ascensión el 23 de abril, luego de que se impusieran una navegación a toda máquina. Transitando hacia el puerto, la tripulación del buque mercante tendría a su vista lo variado y numeroso de la flota británica, pudiendo incluso escuchar (y grabar) sus comunicaciones radiales ya que el VHF estaba abierto. De esta manera, se pudo establecer que tipo de actividades se realizaban, unidades navales presentes, órdenes de zarpada, entre otra información de relevancia. Durante su pasaje por aguas de la isla, el “Río de la Plata” pudo apreciar la presencia del trasatlántico “Camberra”, el buque de asalto anfibio HMS “Fearless”, los logísticos de desembarco RFA “Sir Galahad”, RFA “Sir Tristan” y RFA “Sir Bedivere” así como el carguero RFA “Stromness” y el buque tanque RFA “Pearleaf”.

Unidades navales de la TF317 en Ascensión. Foto: Bob Shakleton vía Naval History.net
Habiendo concretado con éxito su misión de inteligencia, el “Río de la Plata” puso rumbo hacia Buenos Aires. Sin embargo, posiblemente por el alto valor del material recabado, el buque de la ELMA recibió la orden de realizar un nuevo reconocimiento, esta vez con el pedido adicional de tomar fotografías. Sabiendo que la situación podrían poner en alerta a la flota británica, el capitán del “Río de la Plata” adoptó algunas medidas para disimular su presencia en horas de la noche. Improvisando con el material a bordo, se realizaron fotografías de las unidades navales de la TF317, sin embargo, las intenciones del “Río de la Plata” quedarían en evidencia, cortándose inmediatamente las transmisiones radiales británicas y destacando diversos helicópteros para sobrevolar al mercante argentino.
Pese al riesgo de ser interceptados por algunos de los destructores o fragatas británicos, el ELMA “Río de la Plata” se retiró con rumbo a Montevideo, arribando a destino sin mayores novedades luego de escribir una de las tantas historias que tuvieron lugar durante la Guerra de Malvinas.
Fuentes consultadas:
- “Espía a la fuerza” La Nación. 13 de junio de 1999.
- “La Marina Mercante en la Guerra de Malvinas”. Comisario Naval VGM Santiago Mario Tettamanzi. Revista de la Escuela de Guerra Naval N°67 – Diciembre 2021.
Foto de portada: Histarmar; Naval History.net
Fuente: https://www.zona-militar.com/
La Royal Navy se acerca a las Islas Georgias

Conforme corren los días, el choque militar entre la República Argentina y el Reino Unido parece inevitable, a la par que ambos países comienzan a desplegar sus capacidades militares en un intento de busca la oportunidad en la cual asestar el primer golpe. En este sentido, las acciones del 21 de abril llevadas a cabo el Boeing 707 TC-91 han tenido su impacto en los mandos políticos y militares británicos. El primer contacto con la aviación argentina ha provocado que el Reino Unido comience a tomar precauciones frente a la posibilidad de ser blancos de ataques.
En el día de la fecha, el Ministro de Defensa Británico, John Nott, anunció en una reciente conferencia de prensa algunas de las mediadas que la Task Force ha tomado en consecuencia. La presencia de una aeronave argentina tan lejos de su base en el continente, logrando localizar a parte de la flota, ha provocado que la misma se encuentre en “alerta de defensa”. Lenta, pero inexorablemente, la amenaza de la aviación argentina se torna una cuestión a considerar por los mandos británicos.
A su vez, en una entrevista brindad al Times, la Primer Ministro de Reino, Margaret Thatcher, expresó como posibilidad la realización de ataque aéreos contra objetivos situados en territorio continental argentino. Thatcher indicó que podrían llevarse dichas acciones como etapa previa a la realización de desembarcos en diversos puntos de las Islas Malvinas, sin brindar mayores precisiones.

Boeing 707 TC-92 de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) – créditos a quien corresponda
Con estas cuestiones presentes, las Fuerza Aérea Argentina continua con los vuelos de exploración a largas distancias empleando sus Boeing 707. En el día de la fecha la aeronave matricula TC-92 efectuó un nuevo vuelo en el cual pudo localizar a la Task Force Británica, recabando vitales datos sobre la posición y composición de la flota. Al igual que sucediera el 21 de abril con el TC-91, el TC-92 fue interceptado por una aeronave Sea Harrier.
Frente: Islas Malvinas

Beechcraft T-34C1
Al igual que en jornadas anteriores, el arribo de personal y medios de diverso tipo a las Islas Malvinas continua. En el día de la fecha se pudo conocer la llegada al aeropuerto de Puerto Argentina de una partida de aeronaves Beechcraft T-34C1 del Comando de Aviación Naval de la Armada Argentina. Las mismas partieron desde el contienen a las 08:30 AM arribando a Puerto Argentino aproximadamente al mediodía. Junto a ellos también llegaron a las islas personal de tierra y material de apoyo a bordo de una aeronave Electra L-188.
En base a fuentes consultadas, los Beechcraft T-34C1 serán destinados al aeródromo de la Isla Bordón (denominado Aeródromo de Puerto Calderón), al norte de la Gran Malvina. La decisión fue tomada luego de que en el día de la fecha fuera realizado un vuelo de reconocimiento por personal de la Armada Argentina empleando un helicóptero Puma de la Prefectura Naval Argentina. De esta forma se espera que las aeronaves sean desplegadas próximamente en dicha ubicación, mientras se coordina con la Infantería de Marina el envío de personal a zona para establecer posiciones defensivas.
Frente: Islas Georgias
Las últimas informaciones provenientes desde la Islas Georgias indican que el enfrentamiento entre fuerzas argentinas y británicas es inminente. Los últimos reportes indican el arribo a la zona de operaciones de unidades tanto de la Armada Argentina como de la Royal Navy. En este sentido, para clarificar la situación táctica, la Fuerza Aérea Argentina ha efectuado un nuevo vuelo de exploración empleando uno de sus reabastecedores Hércules KC-130.
La información recabada por el KC-130 indica que un grupo de buques de diverso tipo de la Royal Navy se acercan a las Islas Georgias a los fines de recapturarla y ponerlas bajo control colonial nuevamente. Al Grupo de Tareas 317.9, encabezado por el destructor clase County HMS “Antrim” y la fragata HMS “Plymouth”, se ha sumado el HMS Brilliant. La posición actual reportada de estas unidades se ubica a aproximadamente 150 millas al norte de las Islas Georgias. Este reducido, pero potente grupo de destructores y fragtas, es apoyo por buques tanqueros como Tidespring y Brambleleaf, al igual el HMS Endurance. Sin embargo, este último ha sido dejado atrás ya que el ruido de su maquinaria convertirlo en blanco de submarinos. Se espera que esta unidad brinde algún tipo de apoyo en la inminentes acciones al poseer abordo un partida de efectivos del SAS y del SBS.

En este sentido, mientras la situación se desarrolla, podemos confirmar que el submarino ARA Santa Fe ha arribado a las cercanías de las Islas Georgias. Su llegada a las islas se esperaba en días previos, pero las condiciones del mar fueron rigurosas provocando que parte de su trayecto deba ser realizado en inmersión, reduciendo su velocidad.
Las últimas informaciones al respecto, es que el submarino ARA Santa Fe se prepara para ingresar próximamente a la caleta Capitán Vago. Es preciso recordar que su misión es la transportar a un grupo de Infantes de Marina a los fines de reforzar las posiciones argentina en Grytviken. Sin embargo, la situación es compleja con la presencia de helicópteros, fragatas y destructores británicos que han comenzado sus patrullas en la zona al ser notificados de la presencia de la unidad argentina.
Frente: Isla Ascensión
Una de las últimas noticias desde la Isla Ascensión tiene como protagonista a uno de los buques de la Marina Mercante Argentina. Si bien aún no se cuenta con mayores datos, el buque carguero ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas) “Río de la Plata” se habría acercado a las costas del enclave británico en el Atlántico. De esta forma, el buque se sumaria a los esfuerzos realizados por la Fuerza Aérea Argentina y la Armada Argentina en tareas de exploración. Próximamente informaremos de mayor información acerca de la travesía del ELMA “Río de la Plata” en tan arriesgada tarea.
*Fotografía de portada Destructor Clase County HMS Antrim (D18)
Fuente: https://www.zona-militar.com/
Comunicados de Gran Bretaña
Inglaterra, Abril 23, n° 18: Tengo un par de informaciones y un par de antecedentes que podrían satisfacerlos, pero no tengo nada para agregar a lo que dije previamente sobre la disposición de la flota argentina y de nuestra Fuerza de Tareas. Primero me gustaría aclarar uno o dos puntos que se presentaron en la sesión de ayer. Se me preguntó si el Norland contaría con armamento. La respuesta es «no». El Intrepid todavía no ha zarpado. El Atlantic Conveyor saldrá probablemente hoy, como ya dije, y entiendo que se estacionará en una boya en Plymouth Sound, donde probablemente se embarcarán los helicópteros; algunos allí y otros en ruta. Ciertamente que los Harrier, incluso los de la Marina, serán embarcados en ruta. Una diferencia respecto de lo que dije anteriormente.
Yendo a otra cosa, creo que será útil si me refiero a los diversos grados de alistamiento en orden creciente: El Estado de defensa es un estado más elevado de alistamiento, con dos guardias en sus puestos, o sea a la mitad de la tripulación en sus puestos y otros preparados para hacerles compañía si es necesario.
El Estado de Acción es el grado más elevado de alistamiento, con toda la tripulación ocupando sus puestos.
De igual manera, he advertido en uno o dos de los artículos en la prensa de hoy, referencias a los Artículos de Guerra, y me pregunto si alguien entre ustedes ha sentido curiosidad sobre esos artículos. Están comprendidos en el Acta de Disciplina Naval y normalmente se los exhibe en un lugar destacado en todas las naves para información de las tripulaciones. También se leen a nuevos tripulantes en la primera oportunidad que se presenta luego de recibir sus comisiones.
Respecto a la reunión de ayer, cuando discutimos la visita de prensa al Hermes: todavía no tengo una transcripción completa, pero ya ha sido solicitada y la estoy esperando.