20 DE ABRIL

OEA: 

El Consejo Permanente de la OEA se reunió hoy en sesión de emergencia a petición de la República Argentina, para considerar la posible aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

– De los 21 países con derecho a voto, 18 se pronunciaron a favor de la reunión de consulta de cancilleres americanos, y sólo 3: Estados Unidos, Colombia y Trinidad Tobago, se abstuvieron. 

Se pronunciaron a favor: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay; Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

– Londres: La Primera Ministra Margaret Thatcher rechazó las últimas propuestas argentinas para resolver la crisis de las Malvinas y anunció que enviará a Washington a su secretario, de Relaciones Exteriores con nuevas propuestas.

– EEUU: el presidente Ronald Reagan exhortó a Gran Bretaña y a la República Argentina a no tomar medidas que puedan hacer peligrar la paz.

– El Ministro del Interior, General de División Oscar Saint Jean, reunió a autoridades de los partidos políticos a quienes afirmó, en nombre del presidente de la Nación, que la soberanía sobre las islas Malvinas no es negociable y que no se va a arriar de ellas la bandera argentina.

– Noticias provenientes de Washington señalan que destructores y otras unidades navales rápidas se desprendieron del conjunto de la flota británica emprendiendo  rumbo a las islas Georgias del Sur, en poder de los argentinos, con la presunción de accionar ofensivamente.

– El Vaticano: el Papa Juan Pablo II envió mensajes a los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña urgiéndolos a mantener los esfuerzos por lograr un acuerdo pacífico en la crisis de las islas Malvinas.

Argentina: El gobierno Argentino, mediante un comunicado dio a conocer los hechos que motivaron la toma de las Islas señalando entre otros aspectos, que frente a la creciente amenaza del uso de la fuerza Naval por parte de Gran Bretaña, en ejercicio de su soberanía, en resguardo de su legítimo derecho de defensa y a fin de proteger los supremos intereses de la Nación, decidió la ocupación de las mismas.

– Durante la visita a las islas del brigadier Basilio Lami Dozo se le requirió la provisión por parte de la FAA de helicópteros Chinoock necesarios para realizar grandes traslados de gente y víveres.

– Por información de inteligencia Argentina, se conoció la zarpada de submarinos ingleses de propulsión nuclear y convencionales, que en navegación independiente llegarían al área de operaciones Malvinas.

– Este día 20 de abril, arribó a las islas el buque Formosa, burlando el bloqueo y transportando suministros, vehículos y parte de la Br I Mec X. Inmediatamente, se inició la descarga del transporte, a pesar de que este tuvo que permanecer en Puerto Williams, lo que tornó extenuante dichas operaciones realizadas en forma precaria.

– Después del 20 de abril se conoció la definitiva constitución de las fuerzas navales británicas. La componían 123 unidades de todo tipo encolumnadas a partir de la Isla Ascensión hacia el Atlántico Sur. La posibilidad de reabastecimiento y alistamiento en esta isla que pertenece a los EE.UU., favoreció de manera decisiva el despliegue inglés.

– La ARA en el mar: Las fuerzas navales patriotas contaban con 33 unidades.

– Para el alto mando argentino, era imperioso conocer la posición exacta de la flota siendo la Armada la más urgida. Por ese motivo, los comandantes navales solicitaron a la Fuerza Aérea patrullajes a larga distancia para de detectarla y sin perder tiempo, las autoridades aeronáuticas se pusieron a trabajar en sus cartas, fijando un inmenso triángulo con vértice en la isla Ascensión y base en la Malvinas y las Georgias.

Ese tipo de misiones requerían aviones de gran autonomía porque el recorrido que debían hacer era excesivamente amplio. Como la Argentina carecía de aeronaves de diseño especial, no contaba con radares capaces de ubicar naves de superficie en navegación, se recurrió a los Boeing 707 por ser los más adecuados para las largas travesías.

El 20 de abril de 1982 se llevó a cabo una reunión de vital importancia en la comandancia de la Base Aérea de El Palomar, a la que asistieron oficiales, técnicos y pilotos. Se los debía imponer de los planes y realizar con ellos el análisis de las operaciones, de ahí la urgencia de su convocatoria. A tal efecto, a partir del 21 de abril se programaron una serie de vuelos que se sucederían uno tras otro hasta dar con la flota.

Las tripulaciones estarían integradas por un jefe de escuadrón, cuatro pilotos, un navegador, dos mecánicos y un auxiliar de carga, es decir, cinco oficiales y tres suboficiales de la Fuerza Aérea. La Armada aportaría personal destacado, integrado por un oficial aviador que haría las veces de coordinador/asesor y brindaría informes sobre el tipo de buques y sus características, un oficial de inteligencia y un suboficial fotógrafo. 



Apoyo internacional en la OEA

20 de Abril de 1982. Ante la negativa y fin de la conversaciones diplomáticas entre el gobierno argentino y británico, las Fuerzas Armadas Argentinas continúan con el abastecimiento y despliegue en el teatro de operaciones. Luego de tres días de navegación, el demorado arribo del crucero ARA “General Belgrano” a Tierra del Fuego trajo consigo una dotación conformada por oficiales, suboficiales, cabos, marineros, conscriptos y dos civiles encargados de la cantina del buque, voluntarios en la misión.

Frente argentino: Puerto Argentino

Con la partida del puerto de Buenos Aires, el buque de transporte de la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA) “Formosa” finalmente arriba a Puerto Argentino tras siete días de navegación. Su travesía incluyó una breve estadía de apoyo en Punta Quilla, recibiendo soporte por parte de un avión de exploración Lockheed Neptune de la Aviación Naval y ,en la recalada, de uno de los guardacostas de la Prefectura Naval. El “Formosa” trasladó diverso tipo de material para el Ejercito Argentino y para la Fuerza Aérea Argentina. Entre su carga se incluyen jeeps, municiones y una bodega con combustible destinado a la aviación.

Luego de burlar el bloqueo británico impuesto por la zona de exclusión, el buque de la ELMA arribo al Puerto Argentino con 41 civiles de la Marina Mercante Argentina, Soldados del Ejercito Argentino y personal de la Armada.

El “Formosa” finalmente fondeó en Puerto Groussac, al noreste de la capital isleña. Ante la imposibilidad de acceder al muelle por razones de calado, el alije se realizó con el buque “Isla de los Estados” y más tarde con el “Bahía Buen Suceso”. Durante las operaciones se presentaron una serie de dificultades: Una de ellas determinada por la precariedad de medios, entre ellos la capacidad de los guinches en cuanto a pesos. También se produce un amontonamiento de la carga en el muelle debido en parte a la carencia de vehículos suficientes para el traslado.

En lo que hace al refuerzo del dispositivo terrestre en Malvinas, se completa el arribo de los medios de la Batería “B” del Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 de la Infantería de Marina. También se decide reforzar a los efectivos del Ejército destacados en Darwin, a los fines de brindar mayor seguridad a la BAM “Cóndor”. Para cumplimentar esta tarea, se desplazan la 1era Sección de Tiradores del Regimiento de Infantería 8 al mando del subteniente Aliaga, un Grupo de la Compañía de Ingenieros 9 y una sección de Artillería de Defensa Aérea del GADA 601 junto con sus Oerlikon GDF de 35mm al mando del Subteniente Bragini.

Traslado de generadores del sistema Oerlikon de 35mm a la BAM Cóndor
Mientras tanto, en el continente, diversas unidades se desplazan y alistan para el cruce a las islas. Tal es el caso del 2do escalón (materiales y abastecimiento) del Regimiento de Infantería 4, el cual arriba a Comodoro Rivadavia luego de haber desembarcado en Estación Río Colorado el pasado 18, junto con el primer escalón (vehículos). Por su parte, el Jefe de la Compañía de Comandos 601, Mayor Castagneto, expone ante Jefatura III (Planes) las capacidades y utilidad con las que cuentan y ofrecen los Comandos, con el objetivo puesto en el despliegue de la subunidad.

Frente britanico: Islas Georgias

A las 0250 partieron de Ascensión cuatro aviones Handley Page Victor cisterna cargados con 48 toneladas de combustible, con el objetivo de que una de las aeronaves llegue al área de las islas Georgias. Después de volar mil millas, dos Victor suministran combustible a otros dos y regresan; dos horas más tarde un Victor reabastece al que debe llegar a destino, aeronave que procede a explorar la zona por espacio de noventa minutos.

En alta mar, trece buques británicos y cuatro buques logísticos se desplazan rumbo hacia el Atlántico Sur en tres grupos separados. Aviones Nimrod de la 42ª Escuadrilla despegando desde Ascensión proporcionan cobertura aérea en las etapas iniciales de este desplazamiento.

Apoyo internacional e indecision diplomatica

El gobierno argentino solicita una Reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la cual se invoca el Tratado de Rio de Asistencia Mutua de 1947 donde se convoca a los miembros en apoyo a cualquier de ellos que sea atacado.

Tras largas horas de debate, el gobierno argentino sale victorioso en su primer batalla con tan solo dieciocho estados miembro a favor y 3 abstenciones. Tal es así que se logro convocar a los ministros de Relaciones Exteriores americanos invocando el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR).

Ante la Organización, el embajador de la Argentina, Raúl Quijano, sostuvo que el país está dispuesto a ir a la guerra si la flota británica “viola” las aguas territoriales argentinas. A su vez añadió que la Armada británica, “supone un peligro no solo para la Argentina, sino para la totalidad del continente americano y coloca en peligro la paz y la seguridad en la región”

Por su parte, la administración del gobierno norteamericano sostuvo que en el día de mañana estará realizando una visita el secretario de Foreign Office, Francis Pym, para presentar y defender las posición británica.

Fuente: https://www.zona-militar.com/



Operación vuelo sanitario en Bahía Fox

A mediados de abril la situación reinante en la Base Aérea Militar Malvinas era de muchísima actividad, la incesante llegada de aviones con personal y pertrechos había convertido a las instalaciones del Aeropuerto en una escala muy congestionada, la ampliación de la plataforma de estacionamiento nos daba para la operación de dos o tres aviones, hubo veces que otro esperaba en pista.

Mi cargo era Oficial de la Escuadrilla de Servicios con un Norman British Islander de Matricula FIGAS incautado al “ex gobernador” Rex Hunt, simultáneamente y alternativamente Oficial de Control de Vuelo del Servicio de Seguridad de Vuelo de la Base, Oficial de Servicio de Guardia, Ayudante del Jede de Base cuando era requerido.

Con el Capitán Dante Dovichi, el 1er Ten Antonio Sangra y 1er Ten Zorreguieta entre otras tantas cosas hacíamos turno en la Torre de Vuelos, ordenando el tránsito aéreo y movimientos de plataforma, allí la gente de la Terminal hacia maravillas para agilizar la descarga, muchas veces asumiendo riesgos propios de la situación. Uno de ellos era acostar los tambores de combustible en el compartimiento de carga de los Hércules y con una suave patadita dejarlos caer a los paños de turba fuera de la plataforma, con esto nos ahorrábamos los servicios de la Terex (máquina levanta pesos), que ya había tenido inconvenientes con sus cubiertas por desgaste o pinchaduras, rápidamente solucionados gracias a ingenio y habilidad.

Los Hércules C 130 eran los que llevaban el peso de la tarea, pero venían otro tipo de aviones por ejemplo Fokker 28 y aviones de Aerolíneas, algunos de estos con su carga entre los pasillos (por ejemplo, leña) porque conservaban los asientos, cosa que dificultaba la operación. Sin embargo, los bravos soldados de la Terminal trabajaban a destajo, muchas veces contando con muy pocas horas de descanso, pero su convencimiento en la tarea ordenada y con superiores que daban ejemplo, nada era imposible.

Nosotros nos repartíamos entre la construcción de refugios, los turnos en la Torre,  en mi caso además asistiendo en lo que ordenara el Jefe de Base.

20 de Abril

El día 20 de abril, amaneció parcialmente despejado, pero con fuertes vientos, me requirió el Jefe de Operaciones Vcom” Quincho” Ianariello, dándome la orden para realizar una Operación Sanitaria a Bahía Fox en la Gran Malvina. En el Establecimiento de Bahía del Zorro estaba estacionado el Regimiento de Infantería Mecanizado 8 “General O Higgins” a cargo del Teniente Coronel Ernesto Repossi,  quien junto a la  Compañía de Ingenieros 9, había conformado la Fuerza de Tareas “Reconquista”  a órdenes del mencionado jefe. Ambas unidades eran, en tiempo paz, orgánicas de la Brigada De Infantería IX con asiento en  Comodoro Rivadavia.  Debíamos evacuar a uno de sus  gravemente herido de bala, deberíamos  a Puerto Argentino, para ser y posterior trasladado a Comodoro Rivadavia.

Debería ir con el Norman British Islander que aún tenía la matrícula que habíamos tratado de borrar FIGAS (Falkland Islands Government Air Service), avión incautado por orden del Brigadier Castellanos a la “gobernación” anterior, para asistir a nuestra tropa estaba en servicio para la tarea.

Conocía desde el aire el lugar que se me indicaba para realizar la Evacuación Aero médica, ya habíamos sobrevolado dos veces una con el Mayor Ianariello y otra con el Jefe de Base Comodoro Luis Destri, estos dos vuelos fueron de reconocimiento ofensivo, a mí me sirvieron para afianzarme como piloto en el avión que sólo había visto en fotos antes de llegar a Malvinas.

La orden fue recibida en la Torre de Vuelo, donde operaba Ianariello con la gente de Operaciones, entre ellos el Cap Dovichi, en ese momento estaba allí el Reverendo Padre Pacheco quien inmediatamente luego de la autorización se plegó a la Operación. Iba a ser acompañado por un Médico de Ejercito, por lo que no solicité más detalles sanitarios, salvo el de que el herido era trasladable en vuelo.

Fuimos al avión y con el personal Técnico de Pucará que había quedado en Puerto Argentino, que tenía de “chiche” al Islander, le sacamos una línea de asientos de tal forma de poder poner una camilla, cargamos combustible desde un pilow (tarea para la cual nos turnamos, había que darle a la bomba manual) y estuvimos listos.

Abordamos, puse en marcha, solicité autorización para rodar escuchando la familiar voz de Dovichi, que seguro le había arrebatado el micrófono al Suboficial Ramón Campos operador de Torre (con quien compartimos noches enteras en ese puesto), todo esto con la habitual alegría y optimismo que planteaban estas operaciones propio de los líderes aeronáuticos como era el Capitán; él me había advertido que la operación era de riesgo (era sabido que la tropa desplegada en el terreno podría confundirse a nuestro paso, con móvil enemigo).

Rodamos a cabecera, el viento era muy intenso, di a pleno mirando con mucho cuidado todos los indicadores de cabina, sin tocar frenos (había que cuidar) fue un despegue corto con intenso viento lateral y el vuelo para mi como todos los que hice en Malvinas con este avión: inolvidable. Ya al despegar del Aeropuerto de reojo a mi izquierda vi flamear nerviosa por el viento nuestra celeste y blanca, más hermosa que nunca, abajo vehículos y hombres se movían como hormigas veloces, era para hinchar el pecho grande. Sabíamos que el Aeropuerto seria el centro de gravedad de la segura reacción enemiga, en su orden de batalla seríamos el punto de apuntar.


Fue un vuelo a 900 mts de altura, el color rojo y blanco de la noble aeronave, creíamos, nos denunciaba ante las tropas desplazadas en el terreno como avión amigo, además de la muy baja velocidad de desplazamiento. Sobrevolamos la ciudad, luego el Cerro Rivadavia a la derecha, dejamos la Base Aérea Militar Cóndor (Darwin) a la derecha también, luego vimos una fina ruta de tierra y cruzamos el Estrecho San Carlos casi sobre la Isla Grande y al borde su inmensa superficie con su inconfundibles contornos: Bahía del Zorro (Fox) y el establecimiento del mismo nombre. Un poblado chico unido por serpenteantes y ondulados caminos. La turba con pasto muy verde que en contraste con el azul marino de las aguas que lo rodeaban constituía a este lugar, en sumamente pintoresco.

Aproximamos alabeando (moviendo los planos), a muy poca velocidad, vimos en tierra algunos resplandores; para ellos dos versiones, fueron disparos como símbolo de alegría porque llegábamos o avisándose entre las secciones o pelotones distantes del Regimiento.

Realizamos dos pasajes, ya en el primero desde abajo nos hacían señales amistosas, sin embargo, quería detectar el estado de las pistas que eran dos, cruzadas. Enseguida advertí que una de ellas estaba llena de pozos de zorro y trincheras, es decir penalizada, lógicamente operamos desde la perpendicular a mar, con viento muy cruzado y fuerte. El noble avión respondió a los maltratos de la pista de tierra muy poceada (seguramente por el tránsito de la tropa allí destacada la había deteriorado), y pudimos lograr el objetivo, rodamos con mucho cuidado hacia donde nos esperaba un pelotón.

Vinieron a recibirnos el mayor del Ejército Argentino Oscar Minorini Lima, Jefe de la Compañía de Ingenieros 9, con varios suboficiales que lo secundaban. Enseguida se estableció un diálogo de gran camaradería donde los acompañé a recorrer las posiciones defensivas, me transmitieron un exultante espíritu de combate y a su vez y de reojo observaba la belleza inconmensurable de esa bahía.

De los relatos del Jefe de Compañía, recuerdo que me comentó que la noche anterior habían tenido un ataque nocturno de “comandos”, al cual se respondió muy eficientemente, entraron por la playa y fueron rechazados, a la mañana cuando la recorrieron descubrieron, que no eran comandos sino pingüinos emperador, los singulares y pobres animalitos son muy altos y al desplazarse luego de salir del agua parecen soldados cambiando de posición y a la distancia no se los distinguió. Nos reímos un rato. Sin embargo esta anécdota, reflejaba el estado de disposición al combate de los hombres allí destacados y el grado de alerta que ya existía.

El Padre Pacheco, mi distinguido copiloto, se había escabullido entre la tropa, lo vi mientras caminaba realizando confesiones, luego sentado en una trinchera dándole ánimo a la tropa, ese nutrido grupo de patriotas hasta ese momento no tenía asistencia religiosa.

De improviso vi un alboroto cerca de avión, era que había llegado el soldado Ramón Moreno, tenía una de sus piernas destrozada por un disparo accidental de una pistola 11,25mm, un compañero de la de la sección morteros se había descuidado mientras limpiaba armamento y lo había impactado accidentalmente. Estaba medicamente compensado, pero con mucho dolor, esto es lo que conscientemente transmitía.

Corrí a ayudar con la ubicación en la camilla improvisada, no fue fácil porque se movía con mucha dificultad, había perdido mucha sangre, sin embargo, con los lógicos esfuerzos lo conseguimos.

Cuando estuvimos listos, repase mí lista de control de procedimientos, me faltaba algo: el Padre Pacheco, me costó recuperarlo, el Padre Gonzalo Eliseo Pacheco era un sacerdote celosísimo con su tarea pastoral y un mejor soldado argentino, siempre dispuesto en el riesgo, el peligro, la incertidumbre levantando el ánimo con su palabra esperanzadora.

El despegue muy corto con una pista que además de lo despareja, por el tránsito con material pesado, tenía pronunciadas ondulaciones y la turba algo mojada impedía alcanzar velocidad normalmente, finalmente despegamos. Para el regreso tardamos un poco más que a la ida ya que algunos nubarrones habían precipitado disminuyendo la visibilidad.

Ingresar en el trayecto al mar y volando bajo me daba cierta sensación de seguridad, la tropa estaba bien celosa a la cola del disparador, como era exigible y lógico.

El VOR del Aeropuerto funcionaba a requerimiento, la voz amigable y segura de Dovichi me avisaba el momento de emisión para que con un toquecito para corregir rumbo y nos establecimos en una larga final.

Aterrizados en la BAM MLV enseguida el servicio Sanitario de la Fuerza Aérea con la eficiencia que lo caracterizó en todo el conflicto, tomó “cartas en el asunto”, preparando al soldado para ser trasladado al Hospital montado en Ciudad donde estuvo dos días esperando el próximo avión Fokker F 28 de la Primera Brigada Aérea que lo trasladó a Comodoro Rivadavia. Así había finalizado con éxito la evacuación.

Trasladé al noble avión a un paño verde al costado y lo estaqueé disponiéndolo para el próximo requerimiento, algunos de los salvavidas con los que contaba y que se encontraban debajo de todos  los asientos me fueron requeridos, porque había algunos integrantes de Escuadrón Pucará que lo necesitaban.

Lamentablemente el 01 de mayo, el Islander sufrió los efectos del bombardeo inglés a la pista y quedó fuera de servicio. Finalizó de esta forma sus servicios durante el conflicto, pero quedará para siempre en la historia de su evacuación sanitaria aérea.

Recientemente hice contacto con el Soldado Moreno,  quien me aseguró que luego de una operación y una rehabilitación de cuatro meses superó totalmente su infortunio, con la única pena de no haber podido compartir el combate con sus camaradas. Esto último me confirmó la impresión que me llevé ese 20 de abril, del espíritu de las tropas que estaban en Bahía Fox, alejados y asilados del resto, defendiendo esa tan querida tierra de nuestra Patria.

 

Fuente: https://www.zona-militar.com/



Comunicados de Gran Bretaña

Inglaterra, Abril 20, N° 14: No tengo información adicional sobre la ubicación de la Fuerza de Tareas. Sólo puedo repetir, una vez más que está en ruta y en el lugar previsto.

Tampoco puedo informar sobre la Marina Argentina o sobre la Zona de Exclusión Marítima, excepto para confirmar, otra vez, que ningún navío de guerra o auxiliar argentino ha ingresado en la Zona.

Antes de contestar preguntas, creo que sería útil, en vista de algunos informes recientes, que me refiera al Ente de Revisión de Pagos de las Fuerzas Armadas. Es verdad que este ente ha presentado a la primer ministro su informe sobre los niveles apropiados de pago para 1982/3 hasta el rango de Brigadier. Este informe está siendo considerado, por lo cual no estamos en condiciones de hacer comentarios sobre ninguna de sus partes; sólo podemos confirmar la información proporcionada por el señor Blaker, es decir que el gobierno mantiene su compromiso acerca de la compatibilidad para 1982/83.

Ignoro que recomendaciones específicas hace el Ente de Revisión; sólo puedo decir que el gobierno mantiene su compromiso sobre compatibilidad en las Fuerzas Armadas.

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