17 de mayo

=Día a día lo que ocurrió en Malvinas y en el mundo durante el conflicto armado =Operación Mikado: el frustrado ataque británico a la base aeronaval Río Grande =Primer reconocimiento =Tres tácticas para un mismo plan =”Sencillamente una locura” =Se lanza la operación Plum Duff =”Quien arriesga, gana”, el lema del SAS =Eco de radar =Misión abortada =Comunicados del Estado Mayor Conjunto =Comunicados de Gran Bretaña

Por una semana más, renueva las sanciones la Comunidad Económica Europea. Irlanda e Italia se oponen al bloqueo.  

Es derribado un helicóptero inglés.

– Buenos Aires: En un marco de austeridad se conmemoró hoy el Día de la Armada. En su mensaje, el titular de la institución, almirante Jorge Anaya, pidió la revitalización de las organizaciones internacionales para que no sirvan de fachada a “las tendencias feudalistas de los poderosos” y afirmó que “Occidente quiere replantear sus pautas”. Dijo que la Argentina es protagonista de un episodio histórico que no ha buscado ni provocado.

– Buenos Aires: “El poder de fuego de la Fuerza Aérea se mantiene intacto. Y una vez que los efectivos británicos estén perfectamente localizados y a una distancia de todo el sistema de armas disponible, le vamos a hacer un ataque masivo”, dijo hoy el comandante en jefe del arma, brigadier Basilio Lami Dozo. Agregó que esa ofensiva sería igual o mayor a la realizada sobre la flota Inglesa el 1° de mayo.

– Buenos Aires: El 30 de junio se dará a conocer el Estatuto de los Partidos y se acelerarán los pasos hacia la institucionalización del país, manifestó el general Saint Jean a los dirigentes políticos de Santiago del Estero, con los que mantuvo una reunión de una hora y media. “La condición esencial -había manifestado en declaraciones previas- es que podamos constituir definitivamente un gobierno elegido por el pueblo”. y que se den condiciones de estabilidad constitucional. El plan del Proceso, observó, “contiene determinadas condiciones para que se llamea elecciones”.

– Luxemburgo: Tras largas discusiones, y en el marco de un evidente resquebrajamiento dé la unidad interna,  

los cancilleres de la Comunidad Económica Europea acordaron en la noche de hoy prorrogar solo por una semana más las sanciones económicas impuestas a la Argentina -cuya vigencia vencía esta medianoche-, a través de una resolución que no contó con el apoyo de Italia e Irlanda, partidarios de la cancelación del embargo. El canciller británico, Francis Pym, había pedido a los aliados que las sanciones -que implican el embargo a la venta de armas a la República Argentina y la cancelación de las importaciones provenientes de ese país fueran ampliadas por un mes más.

La firme oposición de Italia e Irlanda y las reservas expresadas por Dinamarca habían obligado ayer a los cancilleres de la Comunidad, reunidos en Luxemburgo, a postergar hasta hoy la decisión, luego de una infructuosa reunión de una hora y media. Pero las grietas abiertas en la solidaridad comunitaria con Gran Bretaña volvieron a frustrar un acuerdo en el primer encuentro realizado en la tarde de hoy. Una nueva conferencia de los cancilleres concluyó en este virtual fracaso de las expectativas británicas cuando solo faltaban 45 minutos para la hora del vencimiento del primer mes de sanciones.

– Luxemburgo: Los cancilleres de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) volvieron a expresar hoy su “apoyo total” a Gran Bretaña en el conflicto que mantiene con la Argentina en el Atlántico Sur.  

En el primer día de reunión de la sesión ministerial de primavera (boreal) de la OTAN, los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la organización atlántica reiteraron que Londres “tiene la razón” en la crisis de lea Malvinas.

La reunión de hoy tuvo un carácter restringido y no se hizo público ningún comunicado oficial, pero fuentes oficiales de Bélgica confirmaron que “se ha suscripto el acuerdo de loa ministros de Defensa” signado a principios de mes, en ese sentido. Se recordará que el pasado día 7, los ministros de Defensa de la OTAN condenaron a la intervención armada argentina en las islas Malvinas y pidieron una “solución negociada aceptable para todas las partes”.

– Londres: Hablando por televisión, Margaret Thatcher dijo que “sabremos dentro de esta semana si obtendremos un acuerdo o no”,  

y volvió a insistir en la posibilidad de  un ataque frontal contra las Malvinas. El jefe de la oposición, Michael Foot, reclamó que la Cámara de los Comunes tome conocimiento de las negociaciones.

– Londres: El presidente francés François Mitterrand regresó esta noche a París de su visita oficial de un día a Londres “decepcionado” porque Gran Bretaña no transigió en la cuestión de los precios agrícolas y el presupuesto de la Comunidad Europea. Tampoco hubo variaciones en su posición respecto de las Malvinas. El jefe de Estado francés dio a entender a la prensa que la primera ministra británica, Margaret Thatcher, está decidida a no ceder en ningún punto.

De todos modos, París reiteró su solidaridad con Londres en el conflicto de las Malvinas, que se manifestó desde el principio con la prohibición de vender armas francesas a la Argentina. Ante la pregunta de si Londres está resuelto a tomar las islas por la fuerza y hasta dónde creía él que llegaría la “dama de, hierro”, Mitterrand comentó: “Ya ha ido bastante lejos. Todo esto es muy lamentable. No hay nada que hacer”.

A una pregunta referente a la reacción de Francia en el caso de que el Reino Unido use todos sus medios militares en una batalla en las islas, Mitterrand respondió con ironía: “¿Y qué creen que está haciendo?”

– Londres: Agencias noticiosas inglesas informaron un supuesto ataque de la aviación argentina al portahelicópteros “Hermes”.

– Londres: Dos helicópteros de la fuerza aeronaval británica se precipitaron a tierra en las Georgias del Sur a causa de una tempestad de nieve.  

El episodio ocurrió tres días antes de que los efectivos británicos reconquistaran estas islas. La noticia, que circulaba insistentemente en Londres desde hace tres semanas, fue confirmada hoy por el Ministerio de Defensa. “No era nuestro interés revelar la información en el momento en que sucedió el accidente”, explicó el vocero. “Lo hacemos ahora -luego de 22 días- porque la noticia “estuvo circulando desde hace tiempo en los ambientes periodísticos”.

– Naciones Unidas: El gobierno de Gran Bretaña hizo llegar una propuesta distinta, a la que se discutía en la ONU para lograr un acuerdo -que termine con las hostilidades alrededor de las Malvinas, con términos que resultan inaceptables para el gobierno argentino, de acuerdo con lo que se supo hoy por la noche en fuentes de la organización internacional. Declaraciones efectuadas por el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, luego de reunirse con los delegados de ambos países, Anthony Parsons y Enrique Ros, parecieron confirmar la existencia de esa circunstancia, originada en las deliberaciones que mantuvo durante el fin de semana pasado en Londres el “gabinete de guerra” británico.

“Estoy más convencido que nunca de que el tiempo conspira contra el éxito de las negociaciones”, señaló, para reiterar a continuación, como en días anteriores, la necesidad de intensificar los esfuerzos, que realiza para acercar posiciones, advirtiendo que “los próximos días serán decisivos”.

Pérez de Cuellar transmitió a la delegación argentina la posición definida el domingo por el gobierno británico,  

que efectuó “una completa evaluación de la situación”, con la presencia de Parsons y el embajador ante el gobierno norteamericano, Nicholas Henderson, razón que obligó a Interrumpir por dos jornadas las conversaciones indirectas en la ONU.

– Nueva York: “No queremos ampliar la deuda externa de la Argentina, solo queremos mejorar su perfil”, sostuvo en Nueva York el ministro de Economía argentino. Roberto T. Alemann recordó que en Helsinki y en Zurich tuvo ocasión de “conversar con 44 banqueros de nueve países europeos”, con los que consideró la situación argentina sin que se creara “ningún problema”.

Agregó que la posición del Banco Central se estaba fortaleciendo y en las “últimas semanas” estuvo mejorando, pero al ser consultado sobre el monto de divisas de libre disponibilidad, sostuvo: “Ese es un secreto de guerra”.

– Washington: Estados Unidos reiteró hoy que trabaja “activamente” para que se llegue a una solución pacífica de la crisis de las Malvinas en momentos en que las relaciones bilaterales argentino-norteamericanas están llegando a su momento más crítico.

El embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Harry Shlaudeman, es ahora el centro de la polémica, con motivo de unas reuniones mantenidas con miembros de la oposición a la Junta Militar. El vocero del Departamento de Estado, Allan Romberg, reconoció que Shlaudeman “se encontró con dirigentes de la oposición”, pero que ello formaba parte de “la responsabilidad habitual” que tiene una embajada para “tomar nota” del clima político de un país.

Con estas palabras Romberg rechazó implícitamente que hubiese por parte norteamericana un intento de querer “desestabilizar” al gobierno del presidente Leopoldo F. Galtieri, pero no quiso entrar en detalles.

– Lima: Puntualizó el ministro de Guerra peruano, general Luis Cisneros Vizquerra, que la ayuda de su país a la Argentina en el conflicto del Atlántico Sur debe materializarse “ya mismo”,  

con el envío de aviones, buques de guerra, helicópteros y pertrechos militares. Agregó que Perú puede canalizar esa ayuda inmediatamente, en cuanto se requiera. Dijo también que la suma de las fuerzas latinoamericanas es superior, cuantitativamente, a la de la flota inglesa.

– Madrid: La misión venezolana Solidaridad con la Argentina, encabezada por el secretario de la presidencia de ese país, Gonzalo García Bustillo y formada por miembros del gobierno y representantes de los partidos políticos de aquel país, se reunió con el rey de España y otras altas autoridades ibéricas “Cuando la Argentina defiende sus derechos legítimos, toda América latina está a su lado”, dijeron los miembros de la misión. La misión Solidaridad con la Argentina expuso ante el rey el punto de vista de los países latinoamericanos sobre el conflicto de las Malvinas y sobre la agresión inglesa, pero no se dio a conocer en detalle los ítems planteados ante el monarca español.

– Ciudad del Vaticano: El Papa Juan Pablo II no desea renunciar a su visita a Gran Bretaña, confiaron fuentes vaticanas, dada la significación que asigna a los encuentros previstos con exponentes de la Iglesia Anglicana, pero si la crisis de las Malvinas lo obligara a hacerlo, será él personalmente quien anuncie la decisión. La visita de Juan Pablo II sería la primera de un Pontífice romano a Inglaterra, cuna de la Iglesia Anglicana, desprendida del catolicismo romano en tiempos de Enrique VIII.

– Moscú: El conflicto de las Malvinas supera el marco de un diferendo entre dos países para convertirse en “una confrontación entre los países de la OTAN y el Tercer Mundo”, estimó hoy en un comunicado la agencia de prensa soviética “Novosti”.

– Fuego de ataque aéreo: Bombardeo naval:

• De 10,14 hs a 12,21 hs – total 2 hs 7 minutos
• De 19,40 hs a 20,40 hs – total 1 Hora
• De 16,50 hs a 17,25 hs – total 2 hs 42 minutos

Temperatura 3/7 grados, velocidad del viento de 5/2 km. Nubosidad de 3/5 km.

Operación Mikado: el frustrado ataque británico a la base aeronaval Río Grande

Posiblemente sea el último secreto de la guerra de las Malvinas y su relato ayude a hilvanar las suposiciones que se hicieron en la Argentina cuando un helicóptero británico “Sea King” apareció quemado en las cercanías de Punta Arenas, generándole a Chile una de sus más delicadas crisis con nuestro país.

“Hay que destruir los misiles Exocets, eliminar a los aviones Super Étendard y matar a los pilotos en Río Grande sea como sea, ordenó una enérgica Margaret Thatcher, tras recibir el apoyo político de su Gabinete de Guerra. Era el 6 de mayo de 1982 y acababa de ser vilipendiada en una áspera sesión en la Cámara de los Comunes.

En mayo de 1982, la guerra en las Malvinas había comenzado y los pilotos navales argentinos habían usado los misiles franceses Exocet en sus aviones Super Etendart contra el destructor británico “Sheffield” después del hundimiento del crucero “General Belgrano“.  

El efecto fue devastador y los 20 muertos shockearon a Gran Bretaña. La inteligencia británica descubrió que había más Exocet que podrían ser lanzados por los argentinos. Si le pegaban al Hermes o al Invencible, buques madres de su flota, los resultados podrían ser catastróficos.

Thatcher estaba obsesionada con el poder de daño de esa tecnología insuperable en poder argentino. Había minimizado el potencial ofensivo enemigo.

François Mitterand le había confiado que los diez pilotos de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, entrenados en Francia, no contaban con las suficientes horas de vuelo para operar con éxito los misiles; tampoco los ingenieros tenían los códigos secretos para la comunicación del Exocet con los aviones. La misión encubierta para librarse de esa zozobra debía estar a la altura de la amenaza: un golpe sorpresivo, rápido y terminal al corazón de la Base Aeronaval de Río Grande.

Todo comenzó en los cuarteles del SAS (las fuerzas especiales británicas) en Hereford, en las cercanías de las colinas de Malvern. Se la bautizó con el código de Operación Mikado, que en japonés significa “La puerta”, y fue la misión de asalto más temeraria desde la II Guerra Mundial, aún hoy sellada por un inviolable secreto.

El sargento Bake V. era posiblemente uno de los más corajudos de su unidad y pidió una entrevista con el mayor John Moss para una conversación franca. Lo habían puesto a cargo de evaluar los riesgos de la Operacion Mikado, un acto suicida para su grupo en pleno conflicto angloargentino. 

En Hereford y por el rol de los comandos, las jerarquías se diluyen y vale la habilidad y la experiencia. Para el sargento, Mikado era una acción mal concebida y que enviaba al sacrificio al escuadrón B y exigió que se suspendiera. El mayor estaba anonadado porque también compartía las mismas reservas que el sargento. Creían que no debía hacerla el SAS y que desacreditaría a su regimiento.

Primer reconocimiento

Como primer paso, el capitán del SAS Andrew H. viajó hacia Chile bajo la cobertura diplomática de asistente del agregado militar. Su trabajo era reconocer las rutas, la frontera y planear cómo se abastecerían. El comando pretendía infiltrar un grupo desde Chile para dar una alerta temprana e informar al SAS cuando los Super Etendart despegaban de la base de Río Negro. Pero luego se descubrió que los aviones Harrier británicos no alcanzarían a los aviones argentinos antes de que lanzaran su misil Exocet.

Tres tácticas para un mismo plan

La operación fue orquestada por Billière en al menos tres modalidades de ataque en mayo de 1982. Se previó de entrada la táctica convencional: diezmar con un copioso bombardeo aeronaval nocturno con aviones Vulcan o Sea Harriers la base fueguina.

Pero las primeras hostilidades con esos aviones no habían resultado precisas en su asedio al aeropuerto de Puerto Argentino y los Harriers, expuestos a la artillería antiaérea terrestre y naval, eran un bien demasiado escaso e indispensable para la ofensiva en el teatro de operaciones del Atlántico Sur.

Los C-130-Hercules ingleses despegarían del aeropuerto Wideawake de la RAF en la Isla Ascension (Think Defense)
Billière se inclinó por otra: un Hércules C-130 con 60 hooligans de la SAS se aproximaría evadiendo radares desde el mar a baja altura e irrumpiría en la pista de Río Grande bajo la modalidad find and destroy (encuentra y destruye) los objetivos. Se haría de madrugada para reducir la efectividad antiaérea.

Con los motores encendidos, descenderían por la rampa los Land Rovers con los comandos munidos con ingentes cantidades de explosivos y ametralladoras. Divididos en tres grupos, se impondría el caos del trotyl: unos se dirigirían al hangar donde reposaban los 5 SUE, otros destruirían los 3 Exocet y el último grupo eliminaría a la mayor cantidad de pilotos en el Casino de Oficiales.

El número de bajas propias se preveía alta. Si había sobrevivientes una vez cumplidos los objetivos, deberían diseminarse y encontrar su ruta de escape hacia Chile. Estaban entrenados para la supervivencia en las condiciones más hostiles. Los C-130 difícilmente pudieran esperar en la pista.

Aunque nunca fue confirmado por las autoridades británicas, submarino Onyx habría sido utilizado en Malvinas para Operación Mikado
El otro plan alternativo involucraba a un submarino que, indetectado, se arrimaría sigilosamente a la costa de Río Grande en la ceguera de la noche. En Zodiacs, otros comandos de la Special Boat Service (SBS), brazo marítimo de la SAS, se infiltrarían en la base con igual armamento, idéntico propósito y derrotero de fuga.

Mientras tanto, Billière, que tenía comunicación directa con John “Sandy” Woodward, el comandante de la flota replegada al NE de Malvinas, se guardaba otro “as” en la manga. Para que Mikado tuviera éxito, otro equipo de SAS encubierto debía infiltrarse antes del asalto final para recabar información de inteligencia, ubicar los blancos, trazar rutas de fuga y escudriñar el sistema defensivo de la base. Esa operación “menor” se llamó Plum Duff y logró articularse en el continente.

Super Etendard de la Aviación Naval Argentina, en Río Grande. Este era el objetivo que los británicos querían alcanzar
Reagan le advirtió a Thatcher que esta clase de operaciones forzaría la intervención de otros países latinoamericanos en la guerra como Perú y Venezuela. Una operación en el continente crecía en la mente del gabinete de guerra de la Dama de Hierro.

“Sencillamente una locura”

“El plan inglés era sencillamente una locura, sin posibilidad de éxito”, afirma el comandante de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de SUE, el capitán de navío (RE) Jorge Colombo. “Está claro que Thatcher se dijo: ‘¿Cómo estos indios con plumas son ahora la amenaza más grande a la Royal Navy?'”.

En Río Grande operaban de manera febril varias escuadrillas de caza, pero la flota británica les temía principalmente a los misiles subsónicos Exocet que lanzaban los SUE. Su precisión y largo alcance para alcanzar los blancos limitaba la capacidad de reacción de la flota británica.
Desde la irrupción de las hostilidades, la base exhibía su poderío defensivo ante cualquier embestida aérea, terrestre o por mar celosamente custodiada por los batallones 1 y 2 de Infantería. En el capitán de Navío Miguel Ángel Pita recayó toda la seguridad y él fue el primero que dijo: ‘A Río Grande hay que protegerla como una fortaleza’.

Los infantes son muy eficientes y lo demostraron en Malvinas. Pita había establecido un sistema de alarmas y custodia concéntrica, despliegues de operaciones nocturnas, observadores terrestres vestidos de civil y hasta búnkers y trincheras. Había artillería pesada, trampas cazabobos, santo y señas permanentes y lanzamientos aleatorios de bengalas que iluminaban la base simulando la detección de blancos. Este último ardid fue clave para frustrar la operación Plum Duff del 17 de mayo”, adelanta Colombo.

“Además, cada escuadrilla se ocupaba de su seguridad y los SUE se dispersaban todas las noches a distintos lugares de una base gigantesca. Nunca permanecían en el mismo lugar. Si lograban aterrizar, algo improbable, es difícil que esa misión tuviera éxito”, asegura Colombo.

Al querer fulminar el casino de oficiales, los blancos humanos de los ingleses pasaban a ser todos los pilotos de las diferentes escuadrillas. En los SUE revistaban Augusto Bedacarratz y Armando Mayora, que mandaron a pique al Sheffield; Roberto Curilovic y Julio Barraza que desguazaron al Atlantic Conveyor, Alejandro Francisco y Luis Collavino que arremetieron contra el Invencible y Roberto Agotegaray, Juan José Rodríguez Mariani y Carlos Machetanz.

La Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de SUE

Se lanza la operación Plum Duff

En Hereford, los planes de Billière suscitaron una ríspida oposición en John Moss, el comandante del Escuadrón B del SAS, seleccionado para la misión encubierta de reconocimiento.

La infiltración tenía ribetes apenas menos ominosos que los de Mikado: la patrulla de 9 comandos partiría con un helicóptero SEA King desde el HSM Invencible en Malvinas, pertrechada con armas y explosivos en sus mochilas. Aterrizarían por la noche a pocos kilómetros de Río Grande, destruirían el helos y, ocultos en el terreno, recabarían inteligencia.

Si la ocasión arreciaba, los equipos de comunicación satelital, facilitados por EE.UU, posibilitarían enlaces con el cuartel general en Hereford para acatar instrucciones. Por el carácter todavía clasificado de la misión, se desconoce si Reagan y Pinochet conocían la osadía.

La ruta de la Operacion Mikado y los puntos acordados para que desembarcaran los SAS , primero en Argentina y como opción secundaria en Chile, donde finalmente recaló el helicóptero inglés Sea King ZA290 La incursión del C-130 fue abortada. y para deshacerse (Plano extraído del libro Special Forces Pilot)
Los severos cuestionamientos de Moss a la operación le valieron primero un sumario; luego su relevo. Mientras, uno de sus sargentos forzó su baja. El segundo de Moss era el experimentado capitán Andy Legg. Había operado en Irlanda del Norte y en Omán y se lo designó al mando de la operación.

Algo más quizás lo animaba: había decidido vender sus condecoraciones, insignias y un objeto especial buscado por los coleccionistas: el antiguo mapa de Tierra del Fuego que lo orientó y desorientó en uno de los territorios más yermos y australes del planeta.

“Nos habíamos entrenado en serio para el asalto. Día y noche: marchas forzadas de larga distancia en Gales, horas en los rangos de tiro, ejercicios de navegación y emboscada nocturnas, saltos en paracaídas. En el aeropuerto de Wick, norte de Escocia, con 15 cm de nieve en el suelo, practicamos en helicóptero las aproximaciones y aterrizajes a bajo nivel, de noche, para volar sobre el mar sin ser detectados”, describió.

Andy Legg, el capitán del SAS, líder de la incursión Dum Pluff en Tierra del Fuego
Con la última anuencia política del gabinete de Guerra, la incursión a Río Grande se había fijado para la madrugada del 17 de mayo

Helicóptero Sea King del mismo tipo que utilizaron los británicos para llegar a Tierra del Fuego

“Quien arriesga, gana”, el lema del SAS

El 15 de mayo la patrulla viajó desde Inglaterra a la isla Ascensión, a la altura del Ecuador y de allí en un Hércules hacia Malvinas.  

Hubo un complejo reabastecimiento en vuelo y cuando se aproximaron al punto dato, saltaron en paracaídas al furioso Atlántico sur.

El buque de enlace Fort Austin demoró unos 20 minutos en recogerlos y rescatar los pertrechos y mochilas embalados de forma impermeable. Con el cuerpo todavía entumecido fueron trasbordados al Invencible para los preparativos finales. El helicóptero Sea King ZA290 había sido desmantelado en su interior para adicionarle tanques extra de combustible. Imposible encarar la travesía a baja altura y evadir los radares enemigos sin esa autonomía.  

Eco de radar

Un día después, en la costa de Tierra del Fuego, los radares del destructor ARA Bouchard detectaban al anochecer tres ecos a escasas millas de la costa. Uno de ellos, el más potente, era un rumor radiofónico que anunciaba el acecho de un submarino enemigo, mientras que se presumía que la intermitencia de los restantes podían ser botes tipo gomones.

Sobrevino un estéril zafarrancho de combate y una alerta a la base de Río Grande. Aunque Inglaterra nunca lo reconoció oficialmente, es un secreto a voces que la actuación habría sido la del submarino HSM Onix con botes de apoyo cuyo rastro se pierde en el meandro todavía inescrutable de esta historia.

El submarino HMS Onyx habría sido el buque detectado por los radares del ARA Bouchard y Piedrabuena como partícipe de la Operacion Mikado-Dum Pluff en Malvinas
“Había indicios de que algún buque se aproximaba y se temió un ataque aéreo. Toda la escuadrilla y el personal junto a los SUE abandonamos la base. Hoy visto a la distancia fue un peregrinaje bastante insólito hacia la ciudad”, recuerda Colombo.

“Bauticé aquel día como el Éxodo jujeño, porque remolcamos con tractores a los 4 SUE hasta la plaza central. Los técnicos se guarecieron en un frigorífico abandonado y los pilotos pasaron la noche en el casino de oficiales de la Infantería. Pero al otro día juré que nunca más desplazaría así a los SUE: tenían hielo en las alas, descalibradas las computadoras, afectados los sensores y estaban todos embarrados”.

Mientras tanto, en el otro extremo del Atlántico, Legg ultimaba en el Invincible el plan para el helidesembarco en el continente.

Solo el piloto Richard Hutchins y el navegante Alan Bennett portarían visores nocturnos, también provistos por EE.UU. Además del armamento, explosivos, raciones, carpas, pistolas de puño y gran cantidad de chaff para intentar burlar a los misiles, llevaban “dos viejos mapas, desactualizados y a escala muy reducida” de Tierra del Fuego.

En hermético silencio electrónico, el Sea King despegó pasada la medianoche del 17 de mayo y trajinó en medio de una niebla densa los 600 km hasta Tierra del Fuego. Al aproximarse a la estancia Sara, el punto acordado de desembarco, a unos 40 km de la base, el navegante alertó que habían sido iluminados por un radar argentino.

Misión abortada

“Una de las patrullas se había bajado del Sea King y estaba parada sola en Argentina, cuando vimos luces y un fuerte destello”, contó Legg, que reconoció el peligro. Con mirada agonizante, el capitan Legg consideró “la misión comprometida”.

Se miraron entre todos angustiados y exigió continuar unos kilómetros más hacia el oeste, rumbo a Chile, en dirección a Punta Arenas, hacia el punto de bajada secundario. Allí mismo el grupo de Legg descendió, mientras que la tripulación del Sea King continuó volando hacia la costa cerca de Punta Arenas. En el mar arrojaron el armamento que llevaban, cerca de la playa abandonaron la nave.

“Mision abortada” transmiten por el equipo y en cuestión de minutos al abandonar el helicóptero lo hicieron estallar con los explosivos. El sacrificio de un helicóptero de guerra e incluso el de su tripulación se justificaba para los ingleses si con ello se lograba neutralizar la amenaza SUE-Exocet.

“Los destructores ARA Piedrabuena y ARA Bouchard habían, efectivamente, detectado a la nave invasora y dispararon alertas y patrullas”, relató Colombo. “Eso sumado al sistema aleatorio de bengalas de la base fue lo que los terminó expulsando del suelo argentino”.

Libro Vigilancia y Control Aéreo en Argentina –La imagen muestra las trazas de los casi cinco minutos que estuvo el Sea King ZA290 en la pantalla del radar.  La primera traza ocurre a las 4:28 AM cuando, según la tripulación, tocó tierra para desembarcar al equipo del SAS. En ese momento, Legg sintió que el lugar no era seguro y tuvo una discrepancia con el piloto acerca del sitio donde debería descender el grupo comando. Finalmente, continuó hacia Chile.

El Ministerio de Defensa británico dice oficialmente que se trató de un aterrizaje de emergencia. Pero el mundo sabe que las fuerzas especiales británicas están operando en el continente argentino o tratando de hacerlo.

Los restos del helicóptero incendiado hacia días que era noticia en los diarios, cuando los SAS, cada grupo por su lado, se encontraron en la localidad chilena de Porvenir. Alquilaron una habitación y esperaron.

Los restos del helicóptero Sea King destruidos por las tropas británicas del SAS una vez que aterrizaron del lado chileno
La versión oficial chilena y británica señaló que el helicóptero con sus tres tripulantes había llegado a territorio continental se debió una desorientación y que un desperfecto mecánico había precipitado la nave a tierra. Sobre los nueve S.A.S. nada se comentó y hubo que esperar que el paso de los años revelara su presencia a bordo del Sea King.-

El general chileno Fernando Matthei colaboró con los ingleses durante la Guerra de Malvinas
Los tres tripulantes y los nueve comandos fueron llevados a Santiago y se los alojó en casas particulares lejos de la mirada de la prensa. Las reglas internacionales indicaban que al menos los tripulantes “blanqueados” es decir la tripulación del helicóptero debían permanecer internados hasta que se terminara el conflicto. El gobierno chileno sostuvo que no había una guerra declarada entre Argentina y Gran Bretaña, por lo que no tenía sentido retenerlos dejándolos partir.

La diplomacia británica debió brindar sus explicaciones a las autoridades por la incursión y el incendio de la nave: “Problemas en el instrumental, condiciones climáticas adversas en un vuelo rutinario de reconocimiento, agotamiento de combustible y la fatalidad de un desperfecto eléctrico precipitaron el abandono y las llamas en la nave”, argumentaron y los diarios de la época lo reprodujeron.

Tras el estrepitoso fracaso de la operación Plum Duff, Legg y el resto de los SAS se entregaron el 25 de mayo a carabineros.

Tras ágiles gestiones diplomáticas fueron trasladados a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea chilena. Quedará inscripto como una ironía que ello ocurriera el mismo día en que el arma infalible que habían ido a buscar sepultaba en el océano al Atlántic Conveyor.

“Volverán a Hereford”, fue la orden que recibió Legg, mientras se refugiaban lejos de la prensa en un bungalow en las afueras de Santiago.

Vestidos con ropa prestada de civil, las autoridades chilenas les dispensaron un tratamiento que los exculpaba de cualquier violación de soberanía: omitieron el control de pasaportes —aunque la embajada británica les alcanzó uno nuevo a cada uno a los pies del avión— y se embarcaron en un vuelo comercial hacia Londres.

Al regresar a Hereford, su jefe había sido despedido y un oficial de inteligencia del SAS le advirtió: “Mantén la boca cerrada porque hay mucho en juego”.

Más tarde hubo otro intento para llevar adelante la Operación Mikado. Pero 8 comandos del escuadron D murieron cuando un helicóptero se cayó al mar al trasladar a integrantes del SAS de un barco al otro en el Atlántico Sur pocas semanas después del primer fracaso. La señal que llegó desde los cuarteles de Hereford fue terminante: la misión suicida de la guerra se pospone.



El Reino Unido pierde uno de sus helicópteros y propone un nuevo plan de negociaciones con la Argentina

17 de mayo de 1982. La situación meteorológica no mejoraba, ya que la neblina y la tempestad de nieve impedían las operaciones aéreas. Así también lo reconoció el Ministerio de Defensa británico, afirmando que dos helicópteros tuvieron que precipitarse a tierra en las Islas Georgias del Sur debido a la tormenta.

Los medios de comunicación británicos informaron de un supuesto ataque de la aviación argentina al portaviones HMS “Hermes”, aunque dos Sea Harrier atacaron con bombas de explosión aérea a las posiciones de la 3° Batería del Grupo 1 AAe en la BAM Malvinas, y otros dos a la BAM Cóndor en vuelo rasante, operación en la cual una de las aeronaves enemigas quedó averiada gracias al accionar de la artillería antiaérea. 

Sea Harrier en Malvinas. Fotografía de Terence Laheney
Aquel 17 de mayo, Argentina se dedicó a ejecutar operaciones aéreas rutinarias de exploración y reconocimiento cercano y de transporte de material, a cargo de dos C-130, un MK-62, un TS-60, un DHC-6, dos IA-58, un B-707 y cuatro F-27. Mientras tanto, el Bell-212 matrícula H-83 despegó hacia Puerto Argentino para cumplir una evacuación sanitaria. 

Reino Unido tenía previsto operaciones de reconocimiento de largo alcance, para lo cual transfirieron dos helicópteros Sea King (ZA-290 y ZA-292) desde el HMS Hermes al HMS Invincible. Junto a la fragata Broadsword, el Invincible se dirigió hacia el oeste en total oscuridad para luego invertir su rumbo, con el objetivo de infiltrar fuerzas especiales en el continente, aunque no existió explicación oficial de la operación. Durante la mañana del 18, uno de los Sea King se accidentaría al aterrizar en el sur de Chile como maniobra de último minuto, aeronave que luego fue incendiada deliberadamente por la tripulación.

Durante la jornada del 17, los destructores ARA Bouchard y ARA Piedrabuena permanecieron fondeados sin novedad a lo largo de todo el día. En tierra, las unidades de Infantería de Marina argentinas continuaron con sus patrullas hasta el amanecer, replegándose a sus posiciones iniciales para continuar con los ejercicios programados y participando en los actos previstos para el Día de la Armada Argentina.

En la mar, el submarino HMS Splendid, tras evaluar durante algunas horas algunos contactos sospechosos, estos se clasificaron como actividad marina. Se desplazó fuera del área del punto dato asignado para las operaciones del portaaviones y dentro de una zona, o algo, clasificado

En la flota, faltaban 5 minutos para las tres de la tarde y el HMS Invencible y HMS Broadsword se separaban del grupo principal poniendo máxima velocidad para posicionarse en un punto al Sur de las islas, con la intención de lanzar desde allí el Sea King ZA290 con el equipo 6 Troop del squadron B del SAS. Cerca del punto establecido para el lanzamiento, durante la mañana, el 2AS-24 pasaría cerca de él.

HMS Invincible

Frente diplomático: la propuesta británica

Las discusiones a nivel internacional en torno a la guerra en Malvinas no cesaron, y los Cancilleres de la Comunidad Económica Europea acordaron prorrogar las sanciones económicas impuestas a la Argentina por una semana más. Italia e Irlanda se oponían firmemente a las mismas, mientras que Estados Unidos reiteraba que había que llegar a una solución pacífica de la crisis inmediatamente. Mientras tanto, Perú afirmó que debía ayudar “ya mismo” a la Argentina con el envío de aviones, buques de guerra y helicópteros.

Por otro lado, el Reino Unido elaboró y presentó ante Naciones Unidas una propuesta para una solución negociada del conflicto, tratándose del primer documento formal presentado en forma directa por el gobierno británico. Por la tarde, el documento fue entregado al delegado argentino por parte del Secretario General, el cual reflejaba la posición oficial del Reino Unido y detallaba que “difícilmente” esta postura podía ser modificada.

La propuesta del Reino Unido se enmarcaba en el artículo 73 de la Carta de Naciones Unidas sobre territorios no autónomos (en alusión a la conducción hacia un gobierno propio), y también destacaba que ambas naciones debían comprometerse a iniciar las negociaciones bajo los auspicios del Secretario General, que debían terminarse el 31 de diciembre de 1982 como fecha final (aunque se esperaba encontrar una solución mucho antes). Para la Argentina aceptar tal propuesta era casi imposible, ya que, entre otras cuestiones, motivaba a que la administración británica de las Islas fuese prácticamente reintroducida y definitivamente establecida. 

Fuente: https://www.zona-militar.com/



Comunicados del Estado Mayor Conjunto

Comunicado N° 60: El Estado Mayor Conjunto comunica que, como resultado de los ataques recibidos en el día de ayer, el Buque Transporte Bahía buen Suceso solo recibió daños menores, no registrándose bajas entre su personal. El citado buque continúa desarrollando sus tareas normalmente.

Comunicado N° 61: El Estado Mayor Conjunto comunica que, como resultado de los ataques que en el día de ayer 16 de mayo de 1982, llevaron a cabo los aviones Sea Harrier ingleses, fueron destruidas en Bahía Fox varias instalaciones pertenecientes a la población civil. Un hecho similar ocurrió en Puerto Darwin, donde una bomba de alto poder no detonó, luego de caer próxima a una casa habitada por civiles. Lo expuesto demuestra que la aviación inglesa ataca sin discriminar sus objetivos, poniendo en serio peligro la vida y la propiedad de los mismos pobladores a quienes dice defender.

Comunicado N° 62: El Estado Mayor Conjunto, ante la versión de las agencias noticiosas inglesas, que informaron un supuesto ataque de la aviación argentina al Portahelicópteros «HERMES» en el día de la fecha, 17 de mayo de 1982, comunica que ningún avión argentino realizó la incursión señalada, y que se desconocen los motivos que pueden haber llevado al gobierno inglés a difundir un episodio inexistente.

Comunicados de Gran Bretaña

Inglaterra, Mayo 17, Nº 64: Durante este fin de semana, las operaciones de la Fuerza de Tareas para mantener la ZET alrededor de las islas Falkland provocaron la destrucción de 6 aviones Pucará, un Skyvan y otros cuatro aparatos ligeros. Estos aviones argentinos fueron destruidos en tierra, en la isla Pebble. También se atacó a dos buques argentinos de apoyo, en el Estrecho de las Falkland. Han sido identificados como el Río Carcarañá, atacado en Puerto King, y el Bahía Buen Suceso, atacado en Fox Bay. Un informe indica que el Carcarañá se incendió y fue abandonado por la tripulación.

Continuaron los bombardeos del aeropuerto de Puerto Stanley y de instalaciones militares.

Durante estas acciones sólo hubo dos heridos leves británicos y un avión Harrier ligeramente averiado.

La Fuerza de Tareas continúa hoy sus patrullas regulares. No hay informes todavía de nuevos contactos operativos con las fuerzas argentina.

El tiempo continúa siendo bueno para esta época del año, con buena visibilidad.

Inglaterra, Mayo 17, Nº 65: Dos helicópteros efectuaron un aterrizaje forzoso en Georgias del Sur, el 22 de abril. No se efectuó un anuncio entonces por razones operativas. Los helicópteros fueron abandonados, y sus tripulaciones rescatadas, sin bajas.

Se espera recobrar al menos uno de los helicópteros a su debido momento.

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