=Vuelan nuestros aviones sobre Malvinas =Dias subsiguientes
– Galtieri comunica telefónicamente a Reagan que existe disposición para encontrar una salida pacífica.

– Haig, emprende su partida desde Londres en un vuelo directo a Buenos Aires para continuar conversaciones con las autoridades argentinas, dispuestas parte de la cúpula militar a encontrar una salida pacífica
– Al presentarse la Primer Ministro británica Margaret Thatcher en el Parlamento británico, recibe el respaldo de la Cámara de los Comunes, en su accionar militar y manejo político.
– Con motivo del Día de las Américas el Presidente Galtieri dio un mensaje.
– En un cable secreto, la embajada estadunidense envía al Departamento de Estado un artículo del diario Clarín que refleja la posición del gobierno argentino cuanto a Alexander Haig. El secretario de Estado no era visto como un negociador imparcial, por ocultar informaciones de Galtieri y Costa Méndez, que eran compartidas con sus pares británicos.
– El Vicealmirante Lombardo, en una formación en Puerto Belgrano, hace referencia a la posibilidad, y a la necesidad de llegar a un acuerdo en el marco de la mediación norteamericana, para evitar así, una escalada militar en el Atlántico Sur. Esta alocución se dio en el marco del viaje de regreso de Alexander Haig a Buenos Aires.
– La Fuerza de Tareas británicas en Islas Georgias se encuentra con el HMS Endurance, en el marco del inicio de la “Operación Paraquat” para la recuperación militar de las Islas Georgias.
– Bruselas: La Comunidad Económica Europea acordó prohibir la importación de productos argentinos durante un mes a partir de las 24 GMT del viernes 16 o la 0 hora del sábado 17, anunció un portavoz oficial.
– Washington: El Secretario de Estado norteamericano Alexander Haig anunció que mañana viajará a Buenos Aires para continuar con sus esfuerzos para resolver pacíficamente la crisis de las Malvinas.
– Por su parte el Canciller Costa Méndez declaró esta noche que “no se registraron progresos en las negociaciones con Gran Bretaña”. Sin embargo acotó que “ninguna de las dos partes ha resuelto suspenderlas negociaciones”.
– Naciones Unidas: Panamá se hizo eco de la alarma que hay en el continente por la decisión británica de “abrir las hostilidades” contra la Argentina y por ello solicitó que el Consejo de Seguridad se reúna para efectuar consultas urgentes con el propósito de “detener la agresión contra la Argentina”.
– El 14 de abril, la flota británica retoma su marcha al Sur, desde las Islas Ascención después de reaprovisionarse.
– El 14 de abril el periodista estadounidense Carl Bernstein (conocido por sus denuncias sobre el “Caso Watergate”), a través de ABC News, informó a la audiencia que los Estados Unidos estaban dando apoyo efectivo a Gran Bretaña brindado información satelital de inteligencia a la flota británica.
Como consecuencia de lo anterior, el Secretario de los EEUU (Gral Haig) se vio obligado a desmentir estas versiones, expresándole al Canciller Argentino el pesar presidencial y que los hechos serían investigados.
El secretario de Estado de Asuntos Latinoamericanos, Thomas Enders, llamó al embajador Esteban Takacs para negar la noticia.
Los funcionarios argentinos renegaron el ostensible apoyo estadounidense a la expedición británica.

– Se intensificó el puente aéreo entre las Malvinas y los aeropuertos de Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. También se cumplieron operativos de oscurecimiento y simulacros en distintas localidades del litoral marítimo. En Puerto Belgrano se aseguró que la Armada mantiene el control sobre los movimientos en el Mar Argentino.

– Brasilia: El Canciller brasileño Ramiro Saraiva Guerreiro afirmó que su gobierno no tiene intención de cumplir con la sugerencia de la primera ministra Margaret Thatcher en el sentido de usar su influencia sobre Buenos Aires para obtener el retiro de las tropas argentinas de las islas Malvinas.
– San José: El gobierno de Costa Rica reiteró su “reconocimiento y apoyo a los derechos soberanos de la Argentina sobre las islas Malvinas” y consideró que “ha llegado el momento de que Gran Bretaña se retire” de esos territorios.
– En Puerto Argentino se inaugura la transmisión del primer canal de televisión argentino con 2 horas de duración y en dos idiomas.

14-Abril: Vuelan nuestros aviones sobre Malvinas
Texto extraído de la página “Vivencias de Jose Luis Martinez Eyheramendy”, Personal Civil perteneciente al Grupo de Mantenimiento del II Escuadron Aeromovil Dagger MV “La Marinete”

1er Ten. Bernhart
Hoy nuestros aviones desplegados en el Sur realizaron su primer sobrevuelo sobre las Islas Malvinas, uniendo y entrelazándolas de esta forma con el continente.
Para poder realizar este tipo de operación, los aviones debían ser configurados con tres tanques suplementarios de 1300 Lts. cada uno (el vuelo entre ida y regreso era de dos horas).
La noticia nos puso muy contentos. Esta experiencia trajo aparejado que cuando se realizan vuelos rasantes sobre el mar, la brisa del mismo y el alto contenido de salitre obliga a lavar las aeronaves. Si no se hacía así, se podía producir corrosión en el material. En las cúpulas sobre el flexiplás, se formaba una película que dificultaba la visión de los pilotos.
Con el transcurrir de los días nada hacía suponer que la situación mejoraría, sino al contrario, minuto a minuto empeoraba.
Se llamaban a las reservas de los Soldados clase 1962 para alistarse nuevamente a las filas de las distintas Fuerzas.
El pueblo, que con su fervor no estaba ajeno a esta situación, colaboró en la cruzada formada para solventar las erogaciones producidas por el abastecimiento de material bélico a las Fuerzas Armadas,

como también de alimentos, ropa, combustible, etc., gastos que se decía no podían ser afrontados por el Gobierno; a esta cruzada se la denominó “Fondo Patriótico Nacional”. Así toda la población -grandes, chicos, ancianos, pudientes y no tanto- dieron de corazón sus donaciones, hasta se donó oro y alhajas personales, como lo hicieron antiguamente las damas que colaboraron con el Ejército del Libertador General D. José de San Martín.
A través de las acciones diplomáticas internacionales, ya sea en la OEA como en otras Organizaciones mundiales involucradas en el conflicto, supimos quiénes eran nuestros amigos o enemigos, llevándonos grandes sorpresas, pues países que creíamos nos darían su apoyo nos dieron la espalda y otros en quienes no confiábamos, no sólo nos apoyaban sino hasta nos querían brindar ayuda bélica si la requeríamos.
Una de las mayores desazones la sentimos a causa de los Estados Unidos de América, no sólo no nos dió su apoyo sino que se lo brindó a los ingleses, tanto en la faz diplomática como en la militar, pues permitía que usaran las instalaciones militares de la Isla Asención para el reaprovisionamiento a su flota y que utilizaran la pista para las operaciones de sus aviones, facilitando muchísimo su larga travesía hacia las Islas Malvinas.
Con el correr de los días no se hallaba una salida pacífica, nuestros aviones seguían incursionando con sus vuelos de reconocimiento y patrullaje para tratar de avistar algún objetivo británico y además acostumbrarse a este tipo de vuelo en que sólo veían agua, agua y más agua.
Dias subsiguientes:
La situación en general no era diferente a la de los días anteriores, salvo que se producía el intercambio de algún avión por fallas que no eran posibles solucionar en los lugares desplegados. Entonces eran remitidos a esta Unidad y desde aquí otro era destinado para completar la dotación.
La noche que perdió los estribos en pijama y una tensa charla con un almirante: el intento final del enviado de EEUU para detener la guerra de Malvinas
Por Juan Bautista Tata Yofre
El 14 de abril de 1982, Alexander Haig -el secretario de Estado norteamericano entonces- viajó por última vez a Buenos Aires para negociar un acercamiento entre la Junta Militar y el gobierno británico. Según escribió en sus memorias encontró un clima “bélico” que ni siquiera una charla entre Leopoldo Galtieri y Ronald Reagan pudo apaciguar.

Alexander Haig y Leopoldo Galtieri
Las horas que pasó Alexander Haig en Buenos Aires durante su segundo viaje van a ser primordiales para el desarrollo del conflicto de las Islas Malvinas. La visita se dio en el marco de una segunda conversación de Ronald Reagan con Galtieri; su paso por Londres y Washington; la entrega de sus nuevas propuestas; el encuentro con Galtieri, primero, y la Junta Militar después; sus diálogos con el canciller Costa Méndez, su fracaso y su partida. Luego sobrevendrían la convocatoria argentina al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y el retiro de los EE.UU. de la gestión para acercar a las partes –no mediación — que había emprendido entre Londres y Buenos Aires.
El 14 de abril, a las 23.40 de Washington, fue emitido el cable secreto nº 1023, hacia Buenos Aires, “para conocimiento exclusivo del canciller”. Faltaban apenas unas horas para que arribara por segunda y última vez el secretario de Estado. El texto del mensaje escrito por el embajador Esteban Takacs informaba que siguiendo instrucciones de Nicanor Costa Méndez, mantuvo un encuentro con senador de Carolina del Norte, Jesse Helms y sus asesores.
“Durante las conversaciones mencionaron las dificultades que plantean para la gestión del secretario Haig las influencias de personas y grupos, a los que me referiré por otra vía (el teléfono en clave, que se encontraba “pinchado”) uno de los cuales manifestó ante distintas personalidades que en caso de conflicto Estados Unidos debe ponerse del lado británico (Takacs se refería al secretario de Defensa, Caspar Weinberger). Asimismo, expresaron que el presidente Reagan está siendo influido por una creciente campaña que objeta la gestión amistosa hacia la Argentina.” Luego, Takacs dice que Helms y sus asesores “sugieren que a más tardar hoy 14 de abril, antes del viaje del secretario Haig o mañana durante su presencia en Buenos Aires, el presidente Galtieri se comunique con el presidente Ronald Reagan.
El aspecto central de la conversación sería comunicar la predisposición argentina a encontrar una solución al diferendo alrededor de los términos de la Resolución 502, ratificando su disposición para buscar una solución pacífica. También [debería] incorporar todo elemento que se considere conveniente, reiterando lo referente a eventuales fórmulas destacando que el fin del colonialismo en América, iniciado por [los] americanos en 1776 se termina en el extremo sur del continente americano el 2 de abril”. El objetivo de los consejos de Helms y sus asesores se debía a que Reagan debía dar un “nuevo impulso a la gestión del secretario Haig para contrarrestar a los sectores de influencia negativa ya mencionados”. La conversación entre Galtieri y Reagan no se puede entender sin tener en cuenta el texto del cable de Takacs a Costa Méndez con los consejos del senador Jesse Helms.
El mismo 14 de abril, pocas horas antes de iniciar su segunda visita a Buenos Aires, el Secretario de Estado le escribió un memorando al presidente Ronald Reagan, en el que dejo traslucir su visión y el escenario del conflicto, tras haberse cumplido 12 días de la ocupación argentina de las Islas Malvinas. Del trabajo se destaca que “el problema que enfrenta Galtieri es que la población argentina está tan entusiasmada que él mismo se ha dejado poco espacio para maniobrar”. El 15 de abril de 1982, a las 19 horas, Galtieri y el presidente Reagan mantuvieron una segunda conversación telefónica:
–Reagan: Señor Presidente, lo escucho muy bien, estoy enterado que Ud. quiere continuar las conversaciones, tengo mucho gusto en escucharlo, lo escucho muy bien. Estoy a su disposición.
–Galtieri: Es realmente un placer volver a conversar con usted señor Presidente después de la primera conversación no muy fructífera que tuvimos el 1° de abril en la noche cuando prácticamente desde el punto de vista del Gobierno argentino ya estaban resueltos aspectos muy importantes y no pude acceder a su requerimiento. Es deseo, el profundo deseo del pueblo y Gobierno argentino que no siga en un mayor deterioro esta situación y con la insistencia de los EE.UU. buscar para ambas partes una solución aceptable dentro de la Resolución 502 de las Naciones Unidas y teniendo en cuenta antecedentes existentes sobre este problema, ya sea en forma bilateral, desde hace 150 años, como así también todo lo tratado al respecto a través de las Naciones Unidas durante los últimos 17 años en lo que a la descolonización en el mundo se refiere, haber si me escuchó señor Presidente.

Parte de la desgrabación del diálogo Galtieri y Reagan
–Reagan: Si, le escuché todo señor Presidente. Pregunto señor Presidente si usted quiere que yo formule una respuesta en este momento o deseaba añadir algo más.
–Galtieri: Yo prefiero agregar un párrafo más señor Presidente. Existe la mejor buena voluntad del Gobierno argentino, pero yo deseo que también interprete que el avance de la flota y los medios ingleses hacia el Océano Atlántico Sur no sólo están poniendo cada vez más en peligro la situación del Atlántico Sur (…) Las relaciones establecidas entre ambos gobiernos, acentuadas en estos últimos tiempos entre nuestras dos administraciones tan estrechas; es firme el deseo de continuarla en todos los aspectos de la vida internacional y temo que si las hostilidades inglesas continúan hacia el Atlántico Sur se puede ir de las manos y de nuestro control transformándose en un tema en extremo delicado en todo el mundo, no sé si me ha tomado bien señor Presidente.
–Reagan: Señor Presidente lo escuché muy bien y por lo tanto deseaba decirle que yo personalmente permanezco comprometido a una resolución pacífica de esta disputa, esto es de gran importancia porque como he dicho en el pasado, se trata del movimiento de dos naciones amigas nuestras, por lo tanto, nosotros continuaremos con nuestros buenos oficios en relación a ambas naciones, ahora el Secretario Haig está encaminado, estará llegando a Buenos Aires dentro de pocas horas para continuar nuestros esfuerzos; Ud. sabe ya que el Secretario Haig, es mi representante personal, en él coloco toda fe y confianza en este asunto. (…) La única parte que podría beneficiarse en este tipo de conflicto sería la Unión Soviética y sus aliados esclavos; por lo tanto, yo tengo esperanzas de que podamos llegar a una solución en un futuro próximo.

Aparato usado en la Casa de Gobierno para grabar diálogos y encuentros
–Galtieri: Agradezco al señor Presidente, comparto su puntos de vista, pero en la medida que transcurran las horas y continúe el bloqueo por parte de Gran Bretaña en nuestras costas y siga avanzando la flota inglesa hacia el sur, pueden producirse buscado o no, por otros elementos interesados del mundo, un hecho desgraciado que va a ser imposible identificar y va a agravar sensiblemente la situación actual.
–Reagan: Señor Presidente, yo naturalmente tengo esperanzas de que se pueda llegar a un acuerdo que salve esta situación y comparto sus temores de que surja algún hecho que volvería difícil controlar la situación o del cual sería difícil retroceder…”.
–Galtieri: Le agradezco mucho señor Presidente, el motivo principal de esta llamada y su gentileza es para continuar el diálogo que habíamos iniciado el 1° de abril, en este intercambio directo entre ambos presidentes, ir manteniendo la cordialidad, la amistad y el entendimiento de ambas naciones, en función de buscar para el mundo occidental las soluciones a sus problemas y evitar las fisuras; solamente le quiero agregar que el pueblo de los EE.UU. en 1776, allá en el norte del hemisferio comenzó la lucha contra el colonialismo y logró su independencia. Nosotros acá en el sur también en el siglo pasado, más tarde que Uds., hicimos lo mismo, logramos nuestra independencia parcialmente y el 2 de abril, recién en 1982 tratamos de completarla, un poco más tarde que los EE.UU., deseo que el señor Presidente comprenda ese sentimiento del pueblo argentino”.
Cuando el jueves 15, cerca de las 22.30, Alexander Haig volvió a pisar tierra argentina el ambiente, según lo notó, era otro. “La prensa había adoptado un tono más notoriamente sombrío y belicoso”. “Había un clima menos optimista”. Todo estaba “oscurecido por el fervor patriótico”. Según el Secretario de Estado, traía una propuesta que había sido aprobada en Londres que “pedía el retiro de los argentinos de las islas; la detención de la flota británica a una distancia de 1.000 millas de las Malvinas; una administración interina mixta argentino-británica con los Estados Unidos también presentes en las islas, y el cese total de las sanciones económicas y financieras, y que garantizaba completar la negociación sobre la cuestión de soberanía para el último día del año 1982. Entregue la propuesta a los argentinos y esperé los resultados”.

informe del encuentro de Haig con Galtieri
Cerca de las 23, Costa Méndez fue a verlo al Hotel Sheraton con un mensaje de rechazo a las nuevas iniciativas y le entregó una respuesta de la Junta Militar: desechaba sus términos y proponía el control administrativo compartido de las islas y “condiciones para un arreglo final que automáticamente produjera el reconocimiento de la soberanía argentina”.
La sorpresa y la desazón se reflejaron en la cara de Haig: “Estoy seguro de que los británicos van a saltar cuando reciban este mensaje”. Pero lo más llamativo para el funcionario estadounidense fue escuchar de Costa Méndez su sorpresa “de que los británicos vayan a la guerra por un problema tan pequeño como el de estas pocas islas rocosas.” Entonces Costa Méndez sugirió hablar directamente con la Junta.
A las 09.45 del 16 de abril Alexander Haig entró a la Casa Rosada para conversar con el teniente general Galtieri. También estuvieron presentes el general Vernon Walters y el canciller argentino. Primero, Haig se mostró contemplativo al exponer la posición de los EE.UU. sobre un acuerdo. Luego, exhibió el látigo y habló de la tragedia de una guerra y la mejor posición británica a medida que transcurría el tiempo y solicitó entrevistarse en algún momento con la Junta Militar.

Cable de la embajada en Londres del 14 de abril de 1982
Galtieri aseveró tener “la mejor buena voluntad para buscar una solución pacífica con el objeto de tratar de evitar el empeoramiento del panorama estratégico mundial” y Haig afirmó que “ni su Presidente, ni nadie en Washington” había encontrado “intransigencia en Buenos Aires, sino más bien un esfuerzo serio y buena fe para solucionar este problema”.
Años más tarde, Haig diría otra cosa, cuando escribió en sus “Memorias” que “resultaba perfectamente claro que no estaba tratando con personas que estuvieran en posición de negociar de buena fe…aparentemente, existía una fuerza invisible que ejercía el poder de veto sobre las autoridades legalmente constituidas del gobierno.”
A las 10.40, Haig, Walters y Costa Méndez se dirigieron al Palacio San Martín para reunirse con sus delegaciones. Las conversaciones se extendieron hasta las 12.40, hora en que Haig se retiro a almorzar con el embajador Schalaudeman y otros altos funcionarios al “Palacio Bosch”, residencia de los embajadores de los EE.UU., ideado por el arquitecto René Sergent, lo mismo que el “Palacio Errázuriz” y la villa “Sans Souci”, mudos testigos de una Argentina que ya no existía. De ese Buenos Aires que sorprendió a André Malraux, hasta hacerle decir: “Cuando fui a la Argentina tuve la impresión de que Buenos Aires era la capital de un imperio que nunca llegó a nacer. Es una capital imperial.”
A las 16.30 las delegaciones volvieron a encontrarse para llegar a un documento común. Según relato la Junta Militar, “a las 1900 horas, el Sr. Canciller se dirigió a la Casa de Gobierno, mientras la delegación de los EE.UU. seguía reunida en el Palacio San Martín. El Sr. Canciller le informó al Sr. Presidente cual había sido el curso de las negociaciones del día, por lo que se procedió a reunir la Junta Militar a las 20.15 horas en la Casa de Gobierno”.
En esta reunión Costa Méndez explicó que el proyecto de Haig proponía “en el caso del punto seis (Gobierno de las Islas), una Autoridad Especial Interina Tripartita, tres banderas, y los comités iguales al 1º de abril con un solo representante argentino. En el caso del punto 10 (Soberanía), el proyecto estadounidense proponía no mencionar el tema y que el 31 de diciembre de 1982 se produjera el fin del interinato y la remoción de las islas de la lista de Territorios No Autónomos, según los principios de las Naciones Unidas. El Sr. Canciller hizo notar que este proyecto de los EE.UU. no conformaba la posición argentina. Los argumentos de Costa Méndez fueron compartidos por la Comisión Militar (COMIL) y se elaboraron tres textos definitivos de los cambios propuestos a los puntos 6, 8 y 10.”
El informe de la Junta Militar (no aceptado posteriormente por la Comisión Rattenbach) dice a continuación que Costa Méndez, a las 22.45, mantuvo otra reunión con Haig en el Hotel Sheraton en la que hizo entrega de las últimas objeciones argentinas. Sin embargo, el relato no es certero sino que sucedió de la siguiente manera: Nicanor Costa Méndez no fue hasta el Hotel Sheraton. “Llevale la respuesta” le dijo el canciller al joven diplomático Roberto García Moritán que fue hasta el Hotel Sheraton. Luego de unos minutos lo recibió Haig en pijama. Abrió el sobre, lo leyó, y de manera extemporánea se lo tiró en la cara al funcionario, al tiempo que decía “fuck”.
El sábado 17 de abril se reunieron, a partir de las 10, los miembros de la Junta Militar y Costa Méndez con Haig y el general Vernon Walters, quedando en una dependencia contigua el subsecretario Thomas Enders, el embajador Schlaudeman y el general Iglesias. Por fin el Secretario de Estado pudo ver la cara oscura y filosa del almirante Jorge Isaac Anaya y cruzar con él un ríspido diálogo, cuando el jefe naval le dijo que su hijo, piloto naval, estaba “dispuesto a morir por las Malvinas y en nuestra familia sentimos que sería un honor saber que su sangre se mezcló con el sagrado suelo patrio”.
Con la irritación que produce el cansancio o la impotencia, por decir lo menos, Haig le respondió: “Permítame asegurarle, almirante que nadie aprecia realmente el significado de una guerra hasta que ve cómo meten los cadáveres de hombres jóvenes en bolsas para muertos.”
Sabía de lo que hablaba, lo había vivido en Viet Nam. Entonces “subrayó que el texto que había recibido la noche anterior conduciría a la guerra y que se debía elaborar uno más benigno, y si hay guerra la opinión pública de los Estados Unidos los llevará a dar apoyo material a Gran Bretaña, con las consiguientes repercusiones en el continente americano y en el seno de las Naciones Unidas.”

Galtieri saluda al general Jofré en Malvinas
A partir de allí se abrió un puntilloso intercambio de opiniones sobre los puntos más delicados. “Haig insistió en la necesidad de sostener un marco político ambiguo que sugiriera la solución final y que permitiera a los británicos pensar que estaban negociando. Sin embargo, debía quedar claro, en Buenos Aires e internacionalmente, que la solución final sería la devolución de las islas a la Argentina”. Añadió que si la dejaban sin alternativas, la señora Thatcher “iría al combate para sobrevivir, en el entendimiento de que estaba combatiendo con el principio de la ley internacional de su parte”.
Finalizada la cumbre, las delegaciones diplomáticas se volvieron a reunir en la Sala de Situación de la Casa Rosada y también lo hicieron a partir de las 16 en el mismo lugar. Al día siguiente, domingo, Haig volvió a reunirse a las 15 horas en la Sala de Situación de la Casa Rosada y tras diez horas de discusiones, Haig vio crudamente que la Junta Militar también carecía de poder, ya que cada decisión debía ser aprobada por cada comandante de Cuerpo y sus equivalentes en la Armada y la Fuerza Aérea. “Si cedo demasiado no estaré más en este puesto” le dijo Galtieri a Haig en un momento a solas. “Le pregunté cuánto tiempo pensaba que sobreviviría si perdía una guerra con los británicos.”
En la madrugada del lunes 19 se logró cristalizar un último borrador, en el que se establecía un cese inmediato de las hostilidades y el retiro de las fuerzas; una presencia argentina en las islas, bajo garantía de los Estados Unidos, y negociaciones destinadas a solucionar el conflicto para el 31 de diciembre de 1982.
Con ese papel en la mano, Haig tomó la decisión de volver a Washington. Cerca de las 16, cuando estaba a punto de abordar, el canciller argentino le dijo que la Junta había vetado uno de los puntos centrales que había negociado en esas horas. Si bien había convenido que se debía llegar a un acuerdo el 31 de diciembre de 1982, el gobierno militar consideraba que en esa cláusula no se hablaba de la fórmula condicionante del traspaso de la soberanía.
El nuevo mensaje establecía que si para esa fecha todavía no se había logrado un acuerdo, el gobierno argentino se reservaba el derecho a designar la jefatura y la administración de las Malvinas a partir del 1º de enero de 1983. Textualmente, condicionaba: “A partir del 1º de enero de 1983 y hasta tanto entre en vigencia el acuerdo sobre el status definitivo de las islas, la Jefatura del Gobierno y la administración será ejercida por un funcionario designado por el gobierno argentino”.
La respuesta dejaba al mediador sin espacio para negociar en Londres. Además, también, Costa Méndez le anunció que la Argentina denunciaría el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en la OEA, un arma al que Washington pensaba echar mano si se descontrolaba la conflictiva situación en América Central.
Al finalizar su nueva estadía en Buenos Aires, Haig le envió a Francis Pym un borrador con las cuestiones tratadas con los argentinos, a los que agregó comentarios personales. “Al irme de acá, me negaré a caracterizar el texto, y sólo diré que ha terminado esta etapa de mi esfuerzo, y que regreso a Washington para informar al presidente.
Francis, no sé si se les puede sacar más a los argentinos. No está claro quién manda acá. Tanto como 50 personas, incluyendo comandantes de tropas, pueden estar ejerciendo vetos. Ciertamente, no puedo conseguir nada mejor en este momento”.
El jueves 22, la Argentina dio un paso más en su política de los hechos consumados. Por decreto nº 757 se dio a conocer que la capital de las Malvinas ya no será más Puerto Stanley y pasó a denominarse, por iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Presidencia, “Puerto Argentino”. Y Leopoldo Fortunato Galtieri visitó Malvinas, recorriendo los diferentes destacamentos militares apostados en las islas.
El 23 la Junta Militar recibió un nuevo sondeo de opinión que resaltaba el clima “firme y unánime de la Opinión Pública de que las islas no deben ser devueltas bajo ningún precio, aún a costa de guerra […]
Sigue siendo generalizada la creencia de que la mayoría de los países de América, en caso de guerra, se pondrán a favor de Argentina” y “se ha registrado un moderado predominio de quienes piensan que en las negociaciones ‘no se debe ceder nada’, sobre quienes proponen diversas pautas de negociación o concesiones.”
Fuente: Infobae
Avanzan los planes para un nuevo aeródromo en las islas

14 de abril de 1982. Con la suerte ya echada y con un rumbo prácticamente imparable hacia el conflicto abierto, las tropas argentinas continúan preparándose en las Islas, en un aeropuerto atestado de vuelos y envíos de suministro. Si bien las operaciones de transporte naval han disminuido considerablemente, la Armada Argentina apresta a la FLOMAR para operar en la zona de exclusión impuesta por el Reino Unido.
Frente: Continente

Aemacchi MB-339A y MB-326
Como venimos desarrollando en los últimos días, la importante tarea de brindar suministros a las Islas Malvinas lleva a que en los puertos patagónicos y en las bases aéreas exista una sustantiva actividad de buques y aviones. En todos los puntos de apoyo logístico se siguen concentrando pallets de víveres, municiones y otro material a destinarse a la defensa de las islas, pero hasta ahora debido a la presencia de submarinos nucleares en las inmediaciones, esperan su transporte por vía aérea. Definitivamente el medio submarino viene haciendo estragos en el planeamiento logístico y en el sostén de las unidades que ya se encuentran realizando perímetros de defensa en la zona de Puerto Argentino.
Por otro lado, la Armada Argentina ha enviado hacia la Patagonia a algunas unidades aéreas que se podrían sumar al dispositivo de defensa de las Islas Malvinas. En esa línea, cuatro aeronaves han despegado de la base Almirante Zar con destino a Rio Grande, siendo estas unidades de ataque. Los aviones son MB-339A y MB-326, que se sumarian a misiones de apoyo aéreo cercano. Hasta ahora hay destacados dos en Rio Grande.
La flota argentina

Días atrás mencionamos que la flota argentina ya había regresado a Puerto Belgrano luego de la exitosa Operación Rosario. La misma se encontró alistándose y a la espera de nuevas ordenes.
Con las novedades del envío de la flota británica y el empantanamiento de las negociaciones diplomáticas, el objetivo ahora ha cambiado para la FLOMAR. Durante el día de hoy ha zarpado el componente naval argentino en dirección a las Islas Malvinas, formando al menos 3 FT, y teniendo planeado operar en los ejes norte y sur de la zona de exclusión.
La flota argentina se compone de una mezcla de nuevas y viejas unidades, entre material diverso. Como buques lideres de las distintas fuerzas de tarea se encuentran el ARA General Belgrano, un crucero de la clase Brooklyn, y el ARA 25 de Mayo, un portaaviones de la clase Colossus.
En los próximos días desarrollaremos la composición de las fuerzas de tareas navales y sus misiones especificas.
Frente: Malvinas

IA-58 Pucará
Una de las noticias mas importantes de la jornada se centra en el esfuerzo argentino para brindar mas bases de apoyo. En esta línea se ha asignado un campo auxiliar en Darwin para dotar de apoyo aéreo a las tropas argentinas. El terreno se estará preparando para que operen los aviones IA-58 Pucará que arribaron días atrás y con la explicita intención de proveer apoyo aéreo cercano en caso de necesidad.
A este terreno se le ha constituido una fuerza de defensa. Se ha planificado asignarle una compañía del Ejercito Argentino en el corto plazo y se estima que en poco tiempo al menos dos compañías del Regimiento de Infantería 12 sean emplazadas en sus inmediaciones. A su vez, y entendiendo la importancia de proveer defensa aérea, se plantea instalar cañones de 35 mm y de 20 mm en el corto plazo.
Por otro lado, con el arribo de los dos buques patrulleros de la Prefectura Naval Argentina, la comandancia en las islas busca maximizar los esfuerzos de patrulla y logística en el archipiélago, formando una pequeña flotilla de apoyo. Bajo esta intención, se ha tomado propiedad del buque Forrest, el cual estará operado desde el día de hoy con 2 oficiales y 14 efectivos. Lo mismo ha sucedido con el buque Monsunen, que ya ha zarpado con carga de víveres a Goose Green. Este buque también forma parte de la ex Falkland Islands Company y tiene la especial misión de hacer rutas cortas para llevar material a distintos puntos de Malvinas.
Por el lado del continuo arribo y despliegue de medios y personal argentino a la capital, se ha emitido una orden para iniciar un reordenamiento en la defensa, a razón de las nuevas unidades que ahora están sumadas al dispositivo de defensa. Durante el día, se avanzaron en tareas de reconocimiento con helicópteros del Ejército Argentino y a pie de las distintas posiciones de defensa.
Otra novedad importante del día y esta ya no en materia logística o militar, sino en materia simbólica: se tomado la decisión de cambiar el nombre de la capital de las Islas Malvinas de Port Stanley a Puerto Argentino.
La situación de la flota británica

Narwal
Durante la jornada del día de hoy continua el viaje de una importante fuerza británica que se desplaza desde Gibraltar hacia la Isla de Ascensión. Durante el trayecto se le ha ordenado a distintas unidades que se apresten lo antes posible para un cambio de misión. Son cinco naves que han recibido la orden de hacer combustible al máximo y de dirigirse a 25 nudos lo mas al sur posible. La Unidad de Tareas 317.8.2 debe avanzar en un punto medio entre Ascensión y Malvinas con la intención de hacer presencia a la brevedad en la zona de exclusión.
Los buques de esta unidad son el HMS Conventry, HMS Glasgow, HMS Sheffield, HMS Brilliant y HMS Arrow.
Por otro lado, aquellos buques que estaban con la misión de dirigirse a las Islas Georgias para recapturarlas durante el día de hoy se han encontrado con el buque HMS Endurance, y continuaran su derrotero hacia su objetivo.
A razón de los movimientos de la flota británica, la Argentina ha avanzado en una apreciación de inteligencia para contar con mayor información sobre medios y ubicación de los buques invasores. La posición de la Fuerza de Tareas británica viene observándose a través del trabajo del Grupo de Tareas 17, que integra distintos medios aéreos y navales. Actualmente estos trabajan con 1 – 2 Boeing 707 de la Fuerza Aérea Argentina y el buque de ELMA Tierra del Fuego II, además de 3 pesqueros de altura, siendo estos el Usurbil, el María Luisa y el Mar Azul. Todos estos medios tienen la importante tarea de explorar el mar, hacer contacto con la flota invasora e informar movimientos y su composición. Estos buques participan junto a otros en la importantísima tarea de hacer un seguimiento continuo del aparato británico. Incluso se ha solicitado que varios pesqueros hagan aproximaciones a Ascensión.
Fuente: https://www.zona-militar.com/
Malvinas 40 años – Zarpa el submarino ARA Santa Fe con destino a las Islas Georgias

Como informáramos el 14 de abril, el gobierno argentino tomó la decisión en materia simbólica. La misma consiste en cambiar el nombre de la capital de las islas Malvinas, que hasta las primeras horas del 2 de abril pasado eran ocupada por el Reino Unido desde 1833. De esta forma en el día de la fecha, 16 de abril, ha sido publicado el decreto Nº 757/82 por el cual la capital malvinense dejará de ser denominada con su nombre colonial, Puerto Stanley. A partir de este día su nuevo nombre es Puerto Argentino.
Mientras las acciones diplomáticas continúan su curso, con la mediación de diversos países entre las que desataca la del presidente peruano Fernando Belaúnde Therry, el gobierno británico continua con las acciones de bloqueo impuestas desde días previos. En este sentido, por medio de su embajada en Suiza, ha hecho conocer al gobierno argentino de atacar “cualquier aeronave, buque o submarino que afectara el cumplimiento de la misión de la flota británica en el Atlántico Sur.”
Frente: Continente

En el día de ayer informamos de la conformación de dos nuevos Grupos de Tareas de la Armada Argentina, compuestas por las principales unidades de superficie y aeronaves con que cuenta la institución. De esta forma debemos informar la conformación de un nuevo grupo recibiendo la denominación Fuerza de Tareas 50. Operando desde Río Gallegos, su principal misión será: “Ejecutar operaciones de búsqueda, salvamento y rescate de unidades de superficie, aéreas y tripulaciones en emergencia, a fin de contribuir al mantenimiento y recuperación de los medios empleados en el Atlántico Sur”.
El Comando de la Fuerza de Tareas 50 ha recaído en el Capitán de Navío Héctor Albino Martini. Este grupo se componen principalmente por los avisos ARA Alférez Sobral (A-9) y ARA Comodoro Somellera (A-10), comandados por los Capitanes de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca y Julio Falke, respectivamente.

En lo referido a los Grupos de Tareas creados en el día de ayer, ya han comenzado los primeros movimientos de estas fuerzas. De esta forma, a las 11:50 horas zarpó desde la Base Naval Puerto Belgrano el Crucero ARA General Belgrano (C-4). La unidad de la Armada Argentina, junto a sus 1.093 tripulantes comandados por el capitán de navío Héctor Bonzo, ha puesto rumbo a la provincia de Tierra del Fuego. Esta previsto que arribe a su destino en el puerto de Ushuaia el próximo 24 de abril, donde se sumarán otras unidades de superficie de la Armada.
Por parte de la Fuerza Aérea Argentina, el Comandante de la Fuerza Aérea Sur (FAS) ha emitido el Plan de Operaciones Esquemático 1/82. En el mismo se establecen previsiones generales para el empleo sostenido de los medios de la fuerza a lo largo de un periodo aproximado de 60 días. A su vez, en su segunda parte, especifico la misión que realizarán las aeronaves y pilotos: “Neutralizar la posible acción de fuerzas de Tareas Naval Inglesa, realizando operaciones aéreas y terrestres y prevenir una acción sorpresiva por parte de la BACH, a partir de la fecha y hasta la finalización de las hostilidades, a fin de contribuir al ejercicio pleno de la soberanía en las Islas del Atlántico sur y disuadir a CHILE del empleo de la fuerza y, eventualmente, contrarrestarla.“
Frente: Malvinas

Helicóptero Puma PA-12 junto a otras aeronaves del Ejército Argentino vistos en la BAM Malvinas
Como venimos reportando desde los últimos días, los esfuerzos argentinos en las Islas Malvinas se concentran en fortalecer las posiciones con el arribo de más efectivos y medios para cumplir un amplio abanico de misiones y tareas. En este sentido, en el día de la fecha destacó el arribo a Puerto Argentino el helicóptero Puma, PA-12, de la Prefectura Naval Argentina. Durante su cruce desde el continente hacia la capital de las Islas Malvinas, el helicóptero fue apoyado por una aeronave B-200 (matricula 4-G-44) de la Armada Argentina. Esta previsto que, operando desde Puerto Argentino, se sume a misiones de búsqueda y rescate en las islas Malvinas.
Por su parte, desde el Ejército Argentino han informado que se ha completado el traslado de los efectivos de la Brigada X al mando del General Oscar I. Jofre. El transporte de la Brigada X hacia las Islas Malvinas comenzó el 11 de abril. De esta forma esta unidad será empleada para ocupar posiciones defensivas alrededor de Puerto Argentino. Se espera que próximamente el General Joffre asuma el mando de las fuerzas terrestres que defiende la capital de las Islas Malvinas.
Frente: Islas Georgias

A través de fuentes confirmadas, el submarino ARA Santa Fe partió desde Base Naval Mar del Plata con rumbo hacía las Islas Georgias del Sur. Su destino sería el puerto de Grytviken. En base a lo consultado, la unidad porta 23 torpedos, con la misión de trasladar personal de refuerzo para la guarnición argentina actualmente en dicha ubicación, al igual que otra cuya tarea será el mantenimiento de las instalaciones. Se espera que, una vez finalizado el traslado de efectivos, el ARA Santa Fe se posicione en una ubicación al norte de las Islas Georgias para efectuar tareas de patrullado sobre la zona.
Frente: Isla Ascensión
Como venimos reportando, la Fuerzas de Tareas de la Royal Navy continua su travesía con rumbo a las Islas Malvinas. Fuente militares argentina han confirmado que el grueso de las fuerzas, encabezada por los portaviones HMS Hermes y HMS Invencible, ya han arribado a la Isla Ascensión.
En lo respectivo a los portaaviones, el HMS Hermes arribó en el día de la fecha a la Isla Ascensión; mientras que el HMS Invencible partió con rumbo a las Islas Malvinas. Por su parte, el comandante de la Flota, Almirante Woodward, sostuvo una reunión de estrategia a bordo del HMS Fearless con el Comandante del Grupo de Asalto Anfibio (Task Group 317.0) Michael Clapp y el Brigadier Julian Thompson. Si bien no se conoce detalles bajo secreto militar, es posible que se encuentren planificando y ultimando detalles de las acciones de desembarco anfibio a efectuar en las Islas Malvinas.

Buque tipo LPD HMS Fearless
Sin embargo, desde diversas fuentes han informado que el arribo del Almirante Woodwar al HMS Fearless no estaba previsto. A su vez las mencionadas fuentes pueden confirmar diferencias entre el comandante de las Task Force y aquellos afrente de las unidades abocados a las futuras acciones anfibias sobre las islas. Entre las cuestiones planteadas, el Almirante Woodwar expresó la posibilidad de efectuar operaciones al oeste de la Isla Gran Malvina, principalmente en algunas de las islas cercanas a la Bahía San Francisco de Paula (denominada Byron por los británicos).
Las propuestas no quedaron únicamente en la realización de desembarcos, sino también inclusive en la posibilidad de construir un aeródromo para operaciones de transporte de diverso tipo e, inclusive, la operación de cazabombarderos Phantom. Además, consultó la posibilidad de emplear al HMS Fearless junto a otras unidades de la Fuerza de Desembarco como señuelo, posicionándolas en una ubicación cercana al Mar Argentino para iniciar una batalla aérea.
Fuentes consultadas: Michael Clapp. Southby-Tailyour, Ewen. (2012). Amphibious Assault Falklands: The Battle of San Carlos Water. Gran Bretaña: Pen & Sword Maritime.
Fuente: https://www.zona-militar.com/
Comunicados de Gran Bretaña
Inglaterra, Abril 14, n° 3: El gran barco contenedor a que me he referido es el Atlantic Conveyor que pertenece a la Cunard Steam Ship Company. Tiene 18.146 toneladas muertas de desplazamiento y es un carguero contenedor con instalaciones roll – on roll – off. Esta tarde estamos instalándole equipos de filmación en Yeovilton, donde un número determinado de RAF Harriers se entrenarán en el aterrizaje sobre cubiertas.
Inglaterra, Abril 14, n° 4: Una serie de informes periodísticos ha aludido a la vigilancia soviética, tanto en término de barcos como de satélites. Ustedes comprenderán que este no es un tema fácil de abordar.
Ya es habitual, por supuesto, que los rusos traten de obtener el máximo de inteligencia sobre los barcos de la Royal Navy, y por lo tanto no nos sorprende que la fuerza de tareas haya despertado su interés. Nosotros tenemos bastante experiencia y práctica en cuanto a cómo minimizar los volúmenes de inteligencia que los barcos rusos de vigilancia son capaces de obtener y ustedes no se sorprenderán de que nosotros hagamos buen uso de nuestra experiencia. En lo que se refiere a los satélites, lo importantes sobre los satélites es que éstos sólo pueden estar en un lugar en el espacio en un momento determinado y nosotros sabemos cuándo y dónde se encuentran los satélites. Gracias a ese conocimiento podemos minimizar la recolección de inteligencia.
Inglaterra, Abril 14, n° 5: Mantener una fuerza sustantiva a alrededor de 8.000 millas de distancia del Reino Unido es un compromiso difícil. Estamos, por lo tanto, tomando medidas adicionales para la fuerza de tareas sobre un período extenso. Estamos habilitando el HMS INTREPID para ponerlo en servicio operativo como segundo barco de asalto. Esto aumentará significativamente la capacidad anfibia de nuestra fuerza de tareas que como ustedes ya saben cuenta con su barco gemelo HMS FEARLESS. También estamos tomando medidas para adaptar un gran barco contenedor para una partida de Harriers adicionales. Esto nos permitirá casi duplicar la cantidad de Harriers con que la fuerza contará en el Atlántico Sur. Todos estos aviones tienen, como ustedes saben, una capacidad formidable de ataque aéreo y en tierra.